Las bicicletas compartidas sin estaciones pueden llegar a Zaragoza

Este sistema ya funciona en otras ciudades españolas. Varias empresas quieren empezar en Zaragoza y el Ayuntamiento lo facilitará.

Marcha por la expansión del servicio Bizi en Zaragoza.
Marcha por la expansión del servicio Bizi en Zaragoza.
Aránzazu Navarro

Imagínese que quiere desplazarse en bicicleta por la ciudad. Una aplicación del móvil le avisa de dónde hay bicis aparcadas cerca, coge una, la usa y luego la deja donde le venga bien. Es el nuevo sistema de alquiler de bicicletas compartidas sin estación, que empezó en Asia, ya está presente en muchas ciudades europeas, ha comenzado de forma piloto en varias ciudades españolas y podría llegar pronto a Zaragoza.

"Varias empresas están interesadas en instalarse en Zaragoza. Es una verdadera revolución en la movilidad ciclista. Desde el Ayuntamiento creemos que puede favorecer el uso de la bicicleta en Zaragoza y facilitaremos su implantación. Estamos estudiando con otros ayuntamientos la mejor manera de regular esta nueva actividad. Ahora hay un limbo legal", explica Alberto Lorente, asesor de movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza.

La Red de Ciudades para la Bicicleta trató este tema en su asamblea anual la semana pasada. Participaron representantes políticos, técnicos y algunas de las empresas de bicis compartidas que ya operan en España. La última ciudad que se ha sumado a este fenómeno es Granada, donde hace dos semanas se puso en marcha un nuevo servicio con mil bicicletas compartidas gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento y la empresa china Ofo.

También disponen de este servicio los ciclistas de Madrid, Barcelona, Valencia o Palma. Otras empresas presentes en España son Obike, Donkey Bikes o Mobike. Todas funcionan de manera similar. El usuario se descarga una aplicación, que permite geolocalizar las bicicletas y desbloquear el sistema de candado. Los ciclistas usan la bicicleta y después la estacionan en cualquier punto. La empresa cobra el alquiler, que puede ser por tiempo de uso o una tarifa plana al mes o al año.

"Es un concepto más parecido a Muving (nuevo servicio de alquiler de motos eléctricas por minutos, que funciona en Zaragoza desde septiembre) que a Uber (la polémica compañía de alquiler de coches que ha movilizado a los taxistas, que lo consideran competencia desleal). Los ayuntamientos estamos trabajando para regular esta práctica y que las bicis cumplan la normativa de circulación y aparcamiento. En Madrid, por ejemplo, quieren limitar su aparcamiento a lugares donde haya aparcabicis", afirma Lorente.

Debate sobre su regulación

La Red de Ciudades para la Bicicleta trató este tema en su asamblea anual la semana pasada ante el crecimiento de esta fórmula en España en los últimos meses. Los ayuntamientos valoran diferentes formas de regulación, que podrían ser firmar un contrato (como el servicio Bizi prestado por la empresa Clear Channel); conceder una licencia a una o varias empresas interesadas; firmar acuerdos de colaboración entre las empresas y los ayuntamientos; o códigos de buenas prácticas (como en Londres).

"Las bicicletas compartidas son beneficiosas para la movilidad de los usuarios y para las ciudades. Promueven el uso de la bicicleta, ayudan a disminuir la contaminación, favorecen el uso del transporte público y son un complemento para los sistemas públicos de bicicleta y para el alquiler tradicional", expuso en esta asamblea Adriana Malé, coordinadora técnica de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona. En esta ciudad conviven los dos sistemas de alquiler de bicis: públicas con estaciones (Bicing) y compartidas sin estaciones (Donkey Bikes).

En la jornada también se debatieron los efectos negativos del sistema de 'bikesharing' (bicis compartidas sin estación), que ya están viendo en las ciudades españolas y europeas donde se ha implantado. Una es la sobreocupación del espacio público, con lugares donde se concentra un gran número de bicicletas. También ha habido problemas de vandalismo y abandono de bicicletas.

"Es necesario establecer un marco regulador coherente entre todos los sistemas de alquiler que permita a los operadores explotar los sistemas de forma segura y estable, y que permita al Ayuntamiento definir los usos y espacios determinados en el espacios público y minimizar los impactos negativos", subrayó la coordinadora de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona.

En Zaragoza funciona el servicio público de alquiler de bicicletas Bizi desde 2008, con un contrato con la empresa Clear Channel, que ahora se quería ampliar con 120 nuevas estaciones y 1.200 bicis más. Esta ampliación, que suponía prácticamente duplicar el servicio, ha sido motivo de polémica y disputa política. El Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón ha suspendido el proyecto de ampliación de Bizi (120 terminales nuevas y 1.200 bicis más), tras un recurso del PP por las condiciones de la adjudicación.

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