En un debate sobre el estado de la ciudad, la votación de las propuestas de resolución suele ser la calma después de la tempestad. Y así ocurrió este martes. Tan tranquilas bajaban las aguas en el Ayuntamiento de Zaragoza que el PSOE, que abrió la sesión del lunes avivando el fuego de la ruptura, dio una tregua a ZEC hasta el punto de tenderle la mano para aprobar el presupuesto de 2018 y participar en el acuerdo de la izquierda para que prosperaran la mayoría de sus propuestas.

Esta fue la gran novedad de un debate en el que el gobierno tuvo un respiro tras salir tocado el lunes por el bajo perfil del discurso del alcalde y las críticas de la oposición. Es más, ZEC se despidió de la doble sesión de balance incluso con esperanzas de cara al presupuesto, después de semanas de tensión con sus socios de izquierda, sobre todo con los socialistas. "Parece que las aguas vuelven a su cauce", dijo el portavoz de ZEC, Pablo Muñoz ante súbito cambio de actitud del PSOE, que el lunes protagonizó el discurso más duro contra ZEC.

La mansedumbre de las propuestas de resolución se evidenció por el consenso alcanzado: prosperaron 26 de 30, 16 de ellas por unanimidad. Tuvieron éxito las iniciativas de PSOE y CHA, que recibieron el voto a favor de ZEC en todos los casos. El PP sacó adelante cuatro de sus seis iniciativas y Ciudadanos logró respaldo para cinco.

Una derrota menor

El gobierno obtuvo recompensa con el plan de construcción de cinco mercados en 10 años, aunque la oposición le recordó que depende de la inversión de grandes empresas del sector de los supermercados. El PSOE no dio su apoyo a los planes de barrio y el proyecto no se aprobó por la suma de sus votos, y los del PP y Ciudadanos. Pero después de que en el debate de 2016 ZEC no lograra aprobar la mitad de sus propuestas, fue una derrota menor.

Más allá de las propuestas, cuyas expectativas de cumplimiento son inciertas, el interés estuvo en cómo jugaron sus cartas ZEC, PSOE y PP. Esto deslució el papel de Ciudadanos y CHA, que quedaron en un segundo plano. La portavoz naranja, Sara Fernández, logró apoyos para la promoción del turismo de compras o de un plan para resolver el problema de las facturas que se abonan sin contrato, mientras que los nacionalistas defendían un observatorio de la Ciencia o un programa para la recogida de materia orgánica en barrios rurales.

Pero el foco lo tenía el PSOE. El portavoz socialista?, Carlos Pérez Anadón, ya anunció en la presentación de sus iniciativas su disposición al acuerdo con el presupuesto, asunto que no citó en la sesión del lunes. Es más, hasta ahora el PSOE exigía al gobierno antes de ponerse a negociar que presentara un informe con los motivos del bajo grado de cumplimiento de sus aportaciones al presupuesto de 2017. Este asunto tampoco lo mencionó ayer.

Las propuestas del PSOE tenían sabor a enmiendas presupuestarias. Planteó destinar 3 millones para renovar tuberías o un millón para cargadores de vehículos eléctricos. Los buses híbridos, la reforma de los parques Tío Jorge o Torrerramona o un convenio con el Real Zaragoza para apoyar al fútbol base también podrían tener su reflejo en las cuentas. Todas las propuestas socialistas recibieron el apoyo de ZEC. Hasta el portavoz de CHA, Carmelo Asensio, ironizó al decir que pensaba que se trataba de presentar propuestas de resolución al debate, no enmiendas.

El PP advirtió el cambio de tono del PSOE."Le vimos ayer, le vemos hoy, y algo ha pasado. Igual tiene que ver con el ‘Gracias, Javier’ del señor alcalde. Igual había motivos", dijo el portavoz popular, Jorge Azcón al recordar el agradecimiento que hizo el alcalde, Pedro Santisteve, al presidente Lambán por la aprobación de la ley de capitalidad.

Para el PP, las propuestas del PSOE eran "el primer paso" para aprobar el presupuesto y le dio la razón al alcalde, que el lunes habló de "circo electoral". Recordó unas palabras de Muñoz, que dijo al PSOE que tienen "un año de lealtad". "Cuando queden seis meses, pelearemos", agregó el portavoz de ZEC. Para Azcón, esto confirma "la pantomima" de las relaciones de la izquierda.

Ante esto, Pérez Anadón acusó a Azcón de hacer "la yenka". A su juicio, el popular se equivocó al "cambiar de estrategia" e ir de "hombre de Estado cuando el asunto está bronco", en referencia a la sesión del lunes, para después "intentar avivar la brasa" en el debate de las propuestas.

Muñoz abrió su réplica diciendo que "como planteaba el señor Pérez, en un debate de dos días está mal cambiar de estrategia", para después celebrar que "el pleno vuelva a ser lo que debería haber sido" el lunes. "Las propuestas estructurales serán apoyadas por un bloque sólido de izquierdas y atacadas por la derecha", concluyó con satisfacción.