El Arrabal receta salud sin medicamentos

La  panadera que ha aprendido a hacer pan sin gluten para los celiacos del barrio, los taxistas que han habilitado sus coches para poder llevar a personas en sillas de ruedas, las clases de gimnasia que Ángel imparte para que las personas mayores se activen o el huerto comunitario que la gente joven cultiva en una parcela que la iglesia ha prestado. Estos son solo algunos de los denominados ‘activos en salud’ con los que cuenta el barrio del Arrabal, actividades o individuos que trabajan para fomentar el bienestar de los vecinos.

Los cuidados comunitarios están surgiendo en las calles de Zaragoza para que la vida en los barrios esté más interconectada, aunque la realidad es que “no ocupan el lugar que se merecen en la vida pública y suelen quedar relegados al ámbito doméstico”, explica la trabajadora social Noelia Bribián. El Gancho fue una zona pionera en promover estas prácticas, ya que lleva más de cuatro años desarrollando los ‘Paseos cardiosaludables’, en los que se juntan los vecinos una vez a la semana para caminar por las calles del barrio y dialogar. “Algunas doctoras del centro de salud se dieron cuenta de que estaba aumentando el número de atenciones y el de recetas de antidepresivos, pero lo que necesitaban esas personas que acudían a consulta, más que medicamentos, era hablar y socializar, por eso pusieron este proyecto en marcha”, cuenta la trabajadora social.

Cuando Bribián se trasladó al Arrabal, donde también desarrollan los paseos, se acercó al centro de salud del barrio para preguntar qué más se podría hacer para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Desde el Salud entregan unos mapas donde se registran todas las cosas buenas de las que dispone la zona para poderlas recetar a los que se acerquen a las consultas, como el huerto comunitario o clases de yoga, “pero queríamos que eso traspasara las puertas del centro, que no dependieran de los médicos y que todos los vecinos pudieran ver los beneficios que ofrece el Arrabal y hacer uso de ellos”, precisa la trabajadora social.

Así nació ‘Quién es quién’, un mapa que pone nombre y cara a las  personas  y  recursos  que,  sin  ser medicamentos, son buenos para la salud del Arrabal. Los encargados de impulsarlo han sido Bribián, Marisa Juan, que es trabajadora social del centro de salud del barrio, y el equipo de Mapeado Colaborativo, grupo residente de los laboratorios creativos de Zaragoza Activa. El mapa web está alojado en www.quienesquienzgz.org y cualquier persona puede entrar en la página para  subir sus propuestas comunitarias o consultar las prácticas que ofrecen el resto de vecinos.

Las primeras en registrarse han sido las trabajadoras del centro de salud porque, por ejemplo, Marisa Juan ofrece clases gratuitas sobre emociones. También se encuentra la asociación vecinal o la iniciativa emprendedora de Bribián, El ganchillo social, una red de colaboración y participación ciudadana. “Queremos que este proyecto sirva de referente de cómo avanzar desde las acciones locales en nuestra ciudad y que pueda desarrollarse más allá del Arrabal con el paso del tiempo”, apuntan los creadores de ‘Quién es quién’, que cuentan con el respaldo de Zaragoza Activa.

El próximo miércoles 29, a las 9.30, el proyecto será presentado en sociedad en la Asociación de Vecinos del Arrabal, fundamentalmente para que la iniciativa llegue a las personas más mayores del barrio, ya que como avanza Bribián “hemos creado unas fichas en las que se pueden escribir a mano las propuestas saludables para el barrio sin necesidad de que la gente tenga que acceder a internet”. Las fichas ya están empezando a circular y tendrán que ser depositadas en la asociación vecinal.

Cuando el mapa registre un número de ‘activos en salud’ considerable, la intención de los organizadores es imprimir una tirada que repartirán por los comercios del Arrabal y centros cívicos. Además, quieren acercarse a los colegios para dar charlas sobre la importancia de “generar nuevas formas de participación y ayuda vecinal para ganar felicidad y calidad de vida”.