Aunque son episodios de polución puntuales, resulta preocupante que los niveles máximos de contaminación se superen durante varios días en poco tiempo. A principios de esta semana, Ecologistas en Acción denunció que Zaragoza, al igual que otras 16 ciudades españolas, había rebasado «hasta el domingo de forma recurrente» las emisiones de partículas en suspensión PM10, que tienen su límite en 50 microgramos por metro cúbico de aire. El lunes saltaron las alarmas medioambientales al sobrepasarse este nivel en dos estaciones y ayer la situación se repitió en cuatro de ellas: Roger de Flor (en las Delicias), Las Fuentes, Renovales y El Picarral.

La media más elevada del martes se produjo en Las Fuentes, 71,2 microgramos por metro cúbico, seguida por Roger de Flor (69,8), Renovales (69,1) y El Picarral (58). En la página web del Ayuntamiento de Zaragoza, que ofrece datos en tiempo real, se podía comprobar ayer que en distintos momentos del día los cuatro puntos superaban los 50 microgramos por metro cúbico, llegando en Las Fuentes en algún momento por encima de los 100.

Hay que tener en cuenta que en el caso de estas partículas PM10, la normativa de la Unión Europea permite superar hasta 35 veces al año este parámetro. Y aunque por ello no se ha activado ningún protocolo, sí es la primera ocasión en que el Ayuntamiento de Zaragoza se plantea abiertamente estudiar restricciones al tráfico como las de Madrid ante estos picos reiterados de polución.

Zaragoza amaneció ayer bajo una ‘boina’ de contaminación, como refleja la fotografía que ilustra esta información, tomada a primera hora de la mañana desde Juslibol. El delegado en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rafael Requena, confirmó que no se trata de niebla, como podría pensarse, sino de una mezcla «de neblina o bruma con partículas contaminantes en suspensión», fruto de los altos registros de los últimos días.

Requena explicó que en las imágenes de satélite se podía comprobar la presencia de niebla por la mañana en Bajo Cinca, Bajo Litera y Caspe, pero no en la capital aragonesa. «En Zaragoza había niebla matinal, pero no lo suficientemente densa como para hablar de un banco. Sin llegar a ser, ni mucho menos comparable a la situación de Madrid, sí que considero que esta bruma, que permite ver la silueta de los montes del fondo, está mezclada con partículas contaminantes en suspensión», concluyó.