Los dos paquetes con explosivo tenían escasa potencia y eran de fabricación rudimentaria

Las sospechas policiales siguen centradas en grupos anarquistas, pero sorprende que no haya reivindicación.

La Policía ya cuenta con el resultado del análisis del explosivo colocado en dos de los cinco paquetes que entre el lunes y el martes llegaron a la sede de la Cámara de Comercio de Italia y a cuatro de las diez oficinas que la compañía Generali Seguros tiene en Zaragoza. Aunque no ha trascendido su composición exacta, sí que se sabe que son de fabricación rudimentaria y que contenían una escasa cantidad de explosivo y una mezcla de tuercas y chinchetas como metralla.

Por las características de los artefactos, el modus operandi y los destinatarios de los mismos, las fuentes policiales consultadas por este periódico apuntan más a una acción de colectivos de carácter radical, posiblemente anarquista, que a otra hipótesis. No obstante, admiten que es un tanto sorprendente que no se haya producido ninguna reivindicación de algún grupo de este corte.

El cónsul italiano en Zaragoza, Enrico Brusaterra, coincidió también que es extraño que solo se hayan enviado a la Cámara de Comercio italiana –oficina en la que también está el consulado de ese país y su despacho como abogado– y a la compañía aseguradora. "La Policía enfoca la investigación hacia un grupo anarquista, pero todavía no se ha dicho nada. Es algo raro", manifestó.

Brusaterra señaló ayer que no habían recibido ninguna amenaza previa y que no acierta a dilucidar el motivo de los envíos. Contó que el paquete lo llevó un empleado de Correos y que estaba franqueado a su dirección con el remitente de ‘Vida y Arte’. "Parecía un catálogo de una exposición que nos habían remitido para que le diéramos divulgación. Estaba envuelto en papel blanco con cinta negra, era blando y llevaba una alfombrilla. Dentro había plastilina marrón como si la hubieran sacado de un ladrillo", detalló. Confirmó que contenía una nota con instrucciones. Textualmente decía: "Uno: dejar suave encima de la mesa; dos: sal a la calle; tres: pide la Policía". Tras cumplir a rajatabla esas órdenes, salió del despacho junto a la secretaria y esperaron que fuera desactivado por los Tedax.

Enrico Brusaterra confesó que en un principio pensó que el envío de la carta sospechosa pudiera estar relacionado con alguno de los clientes que ha llevado en la jurisdicción penal como abogado en Zaragoza. "Pero entonces no se enviaría a la Cámara de Comercio italiana", reflexionó.

Amenaza "insurreccionalista"

La posibilidad de que se trate de un grupo anarquista cobra más fuerza si cabe si se tiene en cuenta la advertencia que la Fiscalía General del Estado hacía en su memoria de 2016 sobre bandas terroristas. En su informe hablaba de las organizaciones de corte anarquista "insurreccionalista" y afirmaba que su mayor amenaza –mantenida de forma latente a medio plazo– la constituían las "individualidades" y los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), filial de la Federación Anarquista Informal-Frente Revolucionario Internacional (FAI/FRI).

En 2016 se registraron seis ataques violentos vinculados a estos grupos, aunque ninguno tuvo el grado de planificación como el perpetrado en 2013 por los terroristas Mónica Caballero y Francisco Javier Solar contra la basílica del Pilar de Zaragoza en octubre de ese año. Ambos fueron condenados en 2016 a cuatro años y medio de cárcel y expulsados a Chile, su país de origen.

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