Un instituto “del siglo XVII” por la falta de alumbrado

Algunos alumnos del IES Pignatelli, ubicado en la calle Jarque de Moncayo del barrio de Valdefierro, comentan a su salida de las actividades extraescolares que reciben allí por las tardes que “parece que vivimos en una noche de Halloween constante, esto da bastante miedo”. La falta de alumbrado en el exterior del centro dificulta el tránsito por la zona, una situación que “da testimonio del abandono que sufre el instituto, más propia del siglo XVII”, manifiestan desde la AMPA del centro educativo.

El entorno depende de la Diputación Provincial de Zaragoza y “llevamos muchos años reclamando a la institución que lo mejore”. El centro hizo un apaño provisional instalando unos focos financiados por el propio instituto, pero uno de ellos se ha fundido y ha devuelto a la penumbra a la calle Jarque de Moncayo. El presupuesto que se pedía para iluminar la zona rondaba los 3.000 euros, “ya que este tipo de costes no los debería asumir el instituto porque se trata de una calle pública”, recalca Francisco Machín, portavoz de la AMPA, pero fue denegado.

El IES dispone de varias entradas y una de las vías más utilizadas es la calle Jarque de Moncayo, junto a los accesos de los residentes de las antiguas casas de obras públicas.  Su situación “es lamentable, poco iluminada y carente de una acera que permita un acceso digno y seguro al centro”, subrayan los padres de los alumnos. A raíz de los presupuestos participativos del Ayuntamiento de Zaragoza solicitaron la instalación de farolas, de un aparcabicis y el arreglo de la acera, pero los servicios técnicos del Consistorio dictaminaron que no se podían acometer las mejoras porque el instituto se encuentra dentro del área de intervención G-58-4, que corresponde a la Ciudad Escolar Pignatelli, de la que es propietaria la DPZ. Por eso, desde la AMPA solicitan a la institución provincial que tome las medidas oportunas respecto al arreglo viario y a la adecuación lumínica de la zona “para evitar peligros”.

Los alumnos cuentan que antes del cambio de hora llegaban “a oscuras al centro” y que algunos de sus compañeros han dejado de realizar actividades por las tardes “porque no quieren estar aquí en estas condiciones, en más de una ocasión ha habido tropiezos en la acera porque hay socavones y al estar sin luz a la gente le preocupa que haya robos u otros accidentes”. A finales de septiembre, un menor de 12 años fue atropellado en la calle Jarque del Moncayo. Los daños fueron leves y el accidente se produjo de día, “pero si hubiera sido de noche las consecuencias podrían haber sido peores”, apunta Machín. Desde la AMPA se han puesto en contacto con las asociaciones vecinales del distrito Oliver-Valdefierro-Hispanidad para redactar un escrito en el que soliciten la mejora de dicha vía. El portavoz de los padres recuerda que hace unos años arreglaron la calle “pero se olvidaron de poner protección, pasos de cebra, luz y vallado”. Actualmente hay dos pasos de peatones muy separados, uno al comienzo de la calle y otro al final, y la consecuencia, cuenta Machín, es que “la gente pasa por el medio de la calle para no dar toda la vuelta, con el peligro que conlleva”.

En el último abrazo vecinal al Corredor Verde del distrito celebrado en septiembre, la AMPA aprovechó para reivindicar mejoras en el entorno del instituto más allá de la iluminación. Hasta hace tres años, el salón de actos de la Ciudad Pignatelli “era cedido gratuitamente a nuestro centro”, dice el portavoz de la asociación, pero “a raíz de que lo convirtieron en sociedad para alquilarlo a más sitios, ahora no nos facilitan el espacio a no ser que paguemos como una entidad más”, añade. El IES Pignatelli dispone de clases grandes pero ninguna como un salón de actos, por lo que los padres piden que se ponga una solución para “no perjudicar a los alumnos” y poder volver a celebrar actividades como las que se organizaban años atrás.