Juzgado por masturbarse en un parque de Zaragoza delante de menores

En una ocasión había un grupo de niñas de menos de 4 años y en otra ofreció a una adolescente de 15 dinero para que se fuera con él debajo del puente del Gállego.

El acusado se cubre la cara con una braga en los pasillos de la Audiencia, antes de comenzar el juicio.
El acusado se cubre la cara con una braga en los pasillos de la Audiencia, antes de comenzar el juicio.
Heraldo.es

"Decía Concepción Arenal, odia el delito y compadece al delincuente, pero en casos como este resulta difícil". El fiscal de la Audiencia de Zaragoza Manuel Torralba comenzaba así su informe en el que ha pedido penas que suman un año y nueve meses de prisión para Tarsicio E. P. por un delito de exhibicionismo y otro de corrupción de menores, ya que tiene en cuenta una circunstancia atenuante por su estado mental. 

A pesar de que el acusado ha negado los hechos, ocurridos en abril y agosto de 2015, el representante del Ministerio Público ha mantenido este lunes ante el tribunal de la Sección Sexta que las pruebas testificales que hay contra él son determinantes. En su opinión, los testimonios son «concisos», «concretos» y coinciden en unas características que hacen al acusado "especialmente miserable" por su ataque a la dignidad personal de una niña de 15 años y al resto de las menores.

Lo único que Tarsicio E. P. ha reconocido es que frecuentaba el parque Río Ebro, en la calle Río Matarraña de Zaragoza, al final de la avenida de Cataluña, porque es un espacio solitario y tranquilo. "Es un sitio apartado, a la orilla del río Gállego, en el que se está bien para pasear o ponerte a la sombra", ha manifestado. Pero ha negado que se hubiera masturbado delante de las niñas, como sí presenciaron la madre de una pequeña de 3 años y una vecina que había llevado a jugar a la nieta de edad similar de una amiga.

Una de estas testigos ha explicado: «Vino una chica y me dijo que había un señor que le había enseñado sus partes. Yo no lo había visto porque me tapaba un árbol, pero cuando me fijé, vi a un hombre sentado en un banco masturbándose. Cada vez que lo miraba, paraba y se tapaba con una bandolera negra. Pero cuando creía que no lo veía, seguía».

La mujer se lo contó a la madre de una de las niñas, de 3 años, y decidieron llamar a la Policía. Mientras llegaba la patrulla al lugar, ambas observaron que el individuo llegó a eyacular y se lavó las manos en la fuente del parque.

«También avisamos a mi marido, que cuando llegó se dirigió a él y le preguntó qué era lo que estaba haciendo. Él cogió su moto y sin casco ni nada se fue por la acera. Cuando llegó la Policía le dimos la matrícula y lo localizaron días después», ha explicado la madre de la niña. Su marido, Rubén P., ha ratificado su versión punto por punto: «Vi a este impresentable, me acerqué a él y le dije que si tenía narices de hacer eso delante de los niños, que lo hiciera delante de mí. No me contestó, cogió su moto y se fue».

Quien también ha declarado sin titubeos fue la menor que entonces tenía 15 años y el acusado abordó en varias ocasiones. Aunque al llegar a la Audiencia pasó momentos de nervios al encontrárselo cara a cara, después, tras un biombo y en la sala de vistas, relató con detalle lo que le ocurrió en agosto de 2015.

La chica contó que la primera vez que lo vio ella estaba columpiándose en una cesta azul y escuchando música. «Lo vi a lo lejos. Pensé que era un señor normal y lo ignoré, pero él se acercó y me preguntó cómo me llamaba y qué hacía. Le contesté y volví a lo mío. Otro día se acercó y entonces vi realmente lo que hacía, que era masturbarse. Esa vez se sentó enfrente del columpio, pero yo decidí ignorarlo y me marché a casa», explicó. Añadió que en otra ocasión le preguntó si se quería ir con él por 5 euros y otra vez, por 10.

"Un día me dijo 'tengo 20 euros ¿te vienes?". El día que lo denuncié estaba columpiándome y había bastantes niños. Yo llevaba una escayola y apareció por detrás de mí. Me dije que hasta ahí había llegado y chillé. Me agarró y me dijo que no gritara, que me daba dinero si me iba con él debajo del puente del Gállego. Me solté y me marché a casa», manifestó.

La abogada defensora de Tarsicio E. P. ha pedido la absolución para él y ha expuesto que hay dos informes forenses, uno que dice que su cliente tiene demencia y es inimputable y otro que es imputable y consciente de sus actos. La letrada ha pedido al tribunal que tenga en cuenta el estado psicológico del acusado. Este, en el uso de la última palabra, ha reiterado que no ha hecho nada y que cree que los vecinos se han puesto de acuerdo para acusarle.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión