La plaza del Pilar ha sido el escenario en que la Policía Nacional ha celebrado este viernes el día de su patrón. En realidad, la festividad de los Santos Ángeles Custodios es el 2 de octubre pero las circunstancias políticas que acaecían en Cataluña en esos momentos, un dia después del referéndum ilegal, llevaron al Gobierno a hacer un despliegue sin precedentes de agentes del Cuerpo Nacional de Policía en la Comunidad Autónoma y, por lo tanto, a aplazar los actos institucionales.

Este viernes por la mañana, centenares de zaragozanos han acudido a la céntrica plaza para arropar a las diferentes unidades en formación, aplaudir a los 59 condecorados por sus méritos y seguir con atención los discursos oficiales tanto del jefe superior de Policía en Aragón, José Ángel González, como del delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde.

En esta ocasión, a diferencia con la celebración de la patrona de la Guardia Civil -acto desarrollado en el mismo escenario el pasado 5 de octubre-, la afluencia de ciudadanos ha sido menor; la ausencia de banderas nacionales, notable; los gritos de vivas, contados, y los pitidos, ausentes. Estos últimos se los llevó entonces por abrumadora mayoría el alcalde, Pedro Santisteve. Pero el regidor no ha acudido en esta ocasión al acto policial y el Ayuntamiento ha estado representado por la concejal de Participación, Transparencia y Gobierno abierto, Elena Giner, sin que haya sido objeto de reproche alguno.

Tras imponer distintas condecoraciones, entre ellas la medalla con distintivo rojo al comisario jefe de la Brigada de Información, Antonio Rúa, el jefe superior tomó la palabra para agradecer la "profesionalidad" y la "entereza" de los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil destinados en Cataluña. A todos, González les animó a seguir trabajando con "humildad" y "honestidad" y les dio las gracias por su esfuerzo y su contribución al mantenimiento de la paz.

"Nos sentimos orgullosos de vuestro trabajo, valores y compromiso. Con estos elementos, el ciudadano puede tener para sus hijos los mejores horizontes", dijo.

Al igual que ocurrió el día de la Guardia Civil, el discurso de Gustavo Alcalde fue mucho más encendido y dedicado prácticamente por entero a la situación de Cataluña. De la comunidad vecina dijo, tras comparar la democracia con el cuerpo de un atleta, que allí hace tiempo que "no pisa el gimnasio" y que su "desprecio" a las reglas del juego ha supuesto "un golpe de Estado en toda regla".

Alcalde dirigió sus dieciséis minutos de alocución al nacionalismo catalán, al que definió como "voraz", "paradigma de la intolerancia" y "totalitario". "El tránsito de la intolerancia al totalitarismo era sólo una cuestión de tiempo", afirmó.

"Empezaron adoctrinando en la escuela y han continuado inculcando el odio y el fanatismo hacia todo lo español y sacando a los niños en manifestación en horario lectivo. Todo muy primario, pero desgraciadamente eficaz, como la propaganda nazi", dijo.

El delegado del Gobierno se empleó a fondo para desmontar las "mentiras" y "falacias" de los independentistas, como que "respetan la ley", son "amantes del derecho", "pacifistas", que quieren "dialogar", que el 1 de octubre Cataluña "habló" o que sufren "represión". "¡Falso!", enfatizó varias veces Alcalde. Añadió que con imágenes falsas han pergeñado una "campaña de propaganda "trufada" de graves mentiras para descalificar a la Policía y la Guardia Civil, pero que no descalifica quien quiere, sino quien puede.

Gustavo Alcalde resaltó que, a su juicio, el "cinismo" y el "sarcasmo" es mayor todavía cuando los dirigentes catalanes afirman que la constitución de la república se fundamenta en la necesidad de proteger la "libertad" y la "seguridad". "Quizá para proteger esa libertad y convivencia, los agitadores callejeros de la Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural se dedican a hacer listas de buenos y malos catalanes, de afectos y desafectos, en colegios, institutos, universidades y otros colectivos sociales. Entroncan directamente con aquellas ideologías supremacistas, racistas y xenófobas de infausta memoria. Eso se llama fascismo, fascismo puro y duro. El Estado de derecho ya ha buscado alojamiento a sus dirigentes en la prisión de Soto del Real".

Por otro lado, recordó que La Fiscalía y la Judicatura están aplicando con rigor la Ley y que el Gobierno de España ha puesto "delante de los ojos" de los independentistas el artículo 155 de la Constitución: "No para cancelar la autonomía sino para restituir la legalidad. Al final se les ha atragantado el golpe", subrayó Gustavo Alcalde.

Durante el acto se han entragado distintas condecoraciones a civiles, como la directora general de Justicia, María Ángeles Júlvez, que ha recibido la Cruz con Distintivo Blanco, o la magistrada Mercedes Terrer, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza.