El pleno del Ayuntamiento ha aprobado este viernes, por unanimidad, una moción de Zaragoza en Común, con una transacción del PSOE, por la que el consistorio expresa su solidaridad con los '10 de Zaragoza', condena los actos o manifestaciones racistas y xenófobos, manifiesta su apoyo a la independencia de los jueces y confía en la inocencia de los encausados en este caso.

En su propuesta, Zaragoza en Común explica que los próximos días 17, 18, 19 y 20 de octubre serán juzgados ocho jóvenes a los que la Fiscalía pide 64 años de prisión, ocho para cada uno, y solicita una responsabilidad civil de alrededor de 22.000 euros. Están encausados tras acudir a protestar por la celebración de un concierto nazi de música RAC en Zaragoza, hechos que sucedieron el 28 de febrero de 2015.

Aquel día, el partido de extrema derecha MSR celebraba unas jornadas y se había programado un festival de música nazi. Colectivos y asociaciones advirtieron sobre el mismo, se pidió en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza su prohibición e, incluso, los propietarios del edificio interpusieron una denuncia en sede judicial. "Pero ninguna institución ni autoridad se pronunció en el sentido de prohibir o evitar la celebración del concierto", ha reprochado ZEC.

Esa noche, varios jóvenes acudieron al lugar en protesta y hubo trece detenidos entre las personas que protestaban contra este acto. Basándose en un atestado de la Policía Nacional en el que se acusa a los jóvenes de agredirles, la Fiscalía decidió pedir para ellos más de 64 años de prisión. Cinco personas ya han sido absueltas, quedando pendiente el juicio a las restantes ocho.

El consejero municipal de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, ha incidido que "no se hizo nada" para evitar la celebración de ese concierto "racista y xenófobo en el hogar social de Las Fuentes", pero se decidió detener a estos jóvenes que acudieron allí para protestar por este acto.

"En dos años y medio han recibido numerosas muestras de solidaridad y apoyo, pero también vemos que el racismo, la xenofobia y la ultraderecha se extiende por toda Europa, llegando este domingo a entrar de nuevo en el parlamento alemán". Ante ello, "algunos los están alentando, otros miran para otro lado", ha comentado, para señalar que "luchar contra el fascismo no es un delito, es un deber que tenemos todos".