El Ayuntamiento blinda la trasera y los laterales de la basílica del Pilar con más de cien bolardos

Se suprimen el aparcamiento de buses turísticos y dos paradas de las líneas que conectan con los barrios rurales.

Un trabajador de la contrata Inviasa ajusta un bolardo en la parte trasera de la basílica del Pilar.
Un trabajador de la contrata Inviasa ajusta un bolardo en la parte trasera de la basílica del Pilar.
Oliver Duch

El Ayuntamiento de Zaragoza empezó ayer a proteger la basílica del Pilar siguiendo las propuestas de la junta local de seguridad. Una contrata comenzó el blindaje de la zona trasera y los laterales del templo con más de un centenar de bolardos para evitar cualquier ataque con vehículos y furgonetas, a punto de cumplirse un mes de los atentados yihadistas en las Ramblas de Barcelona y Cambrils.

De esta manera, el Consistorio cumple la petición de la Policía Nacional y ya ha suprimido el aparcamiento que han utilizado siempre los autobuses que dejaban a los turistas y luego los recogían allí. Ayer los visitantes se bajaban antes de llegar a la trasera del Pilar, en la calle Echegaray y Caballero, o en la calle Don Jaime I, delante del autobús municipal turístico como alternativas.

Además, esta medida ha supuesto que esta semana se haya eliminado la parada de cuatro líneas del Consorcio de Transportes (101, 102, 201 y 201 B) procedentes de Movera, Pastriz, San Juan de Mozarrifar y el Zorongo. Ahora se ha modificado la parada de la basílica, en la calle Echegaray y Caballero, por la de la avenida de los Pirineos o San Juan de los Panetes. A los usuarios se les informa en dos postes colocados por el Consorcio del Transporte. "Nos ha cambiado la parada del final del autobús de Movera de aquí a San Juan de los Panetes por lo del atentado", indicó una viajera del autobús al mirar el poste informativo.

Por su parte, Luis Vicario, encargado de la empresa Inviasa, contrata encargada de la contrata de los bolardos, explicó que tienen el encargo de colocar 110 en la parte trasera y en las laterales de la basílica. "En las dos calles donde hay entradas al aparcamiento del Pilar (Florencio Jardiel y Milagro de Calanda) se van a colocar entre las farolas para evitar que se pueda colar un coche por medio. No son movibles, estos bolardos son fijos. Vamos a blindar el Pilar y tabicarlo", explicó Luis Vicario.

Las dos puertas traseras del templo están cerradas. En la de la torre del ascensor, cerrada desde la misma tarde del atentado de Barcelona, se informa con un cartel a los visitantes que entran por la plaza del Pilar.

En las dos calles laterales de la basílica ya se habían colocado la semana pasada una veintena de maceteros, como en otros puntos de la calle de Don Jaime I, para proteger sus conexiones con la plaza del Pilar.

Una furgoneta de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) con agentes portando armas largas se podía ver ayer frente al templo, aunque su vigilancia habitual, como en las últimas dos semanas, se ha centrado en la calle semipeatonal de Alfonso I, donde se empezó a colocar cuatro filas de jardineras para evitar que un vehículo pudiera acceder de esa vía hacia la plaza.

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