Un estudio de la UZ realizará un seguimiento sobre la procesionaria

Entre finales de enero y principios de marzo se retiraron 650 nidos en la capital aragonesa.

Nidos de procesionaria en uno de los árboles del barrio de Las Fuentes.
La subida de la temperatura adelanta la aparición de la procesionaria y obliga a actuar en parques y plazas
Aránzazu Navarro

La Universidad de Zaragoza, en colaboración con el consistorio zaragozano, ha iniciado una serie de actuaciones para llevar a cabo un control sobre este fenómeno cuya alarma social ha tenido un repunte en las últimas campañas. El objetivo de este programa de colaboración con la Escuela Politécnica Superior de Huesca es llevar a cabo un seguimiento del ciclo de la procesionaria durante los próximos meses.

"Ante la alarma social que ha despertado la presencia de la procesionaria, se ha procedido a colocar más de 200 trampas de feromonas en varios puntos de la capital aragonesa para cautivar a varios ejemplares adultos de este gusano y realizar un seguimiento de su ciclo", explica Juan Barriuso, profesor encargado de coordinar dicho estudio.

El programa piloto de trampas y control de vuelos de la polilla parte de una iniciativa del Ayuntamiento de Zaragoza cuyo objetivo es el control de los problemas fitosanitarios de los árboles de Zaragoza. "Ahora mismo hay más de 170.000 árboles en la ciudad, de los cuales unos 7.500 son pinos, y uno de los problemas más acuciantes, aunque no el único, es la presencia de la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa)", afirma Barriuso, aunque también se pretende hacer un seguimiento del Rhynchophorus ferrugineus, o Picudo Rojo, que habita en las palmeras.

Tan solo desde el 23 de enero hasta el 7 de marzo de 2017 el Ayuntamiento de Zaragoza procedió a la retirada de 650 bolsas de procesionaria en más de 180 pinos afectados. "Para actuar es necesario conocer el grado de infestación, por eso es importante comenzar a estudiar estas poblaciones", explica.

¿El objetivo? Averiguar de qué zonas procede, por dónde se mueve y cómo se desarrolla esta plaga. "Con la captura de estos ejemplares estudiaremos la evolución de la mariposa, cuándo comienza la puesta y cómo se desarrollan los nidos", asegura. Para ello, cada 10 o 15 días se están recogiendo los ejemplares capturados en estas trampas, una labor que se desarrollará hasta finales del verano. Además, estos datos proporcionarán unas curvas de vuelo imprescindibles para establecer una estrategia definitiva de control del problema.

Posteriormente se hará un seguimiento de la fabricación de estos nidos, así como de las famosas procesiones que le dan el nombre a la plaga, un trabajo que se prolongará durante los próximos 7 u 8 meses. "El objetivo del Ayuntamiento a largo plazo sería lograr un control biológico de todas las plagas presentes en la ciudad", indica el profesor.

Además, este estudio va a permitir abrir una importante línea de colaboración docente: "Otro objetivo es que los alumnos de Ciencias Ambientales y estudiantes de Agronomía de la EPS puedan hacer su trabajo fin de grado sobre esta materia".

Por su parte, desde el Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza aseguran que se aborda el problema de la procesionaria de distinto modo en función del ciclo de esta plaga. Durante los meses de septiembre y octubre se procede al tratamiento fitosanitario en los pinos. "El itinerario se configura en función de las llamadas y avisos recibidos del año anterior", explican.

Durante el mes de enero comienza la retirada manual de bolsas, que se suele prolongar hasta principios de marzo. Según explican, la mayor prevalencia de avisos se da en zonas como San Gregorio, Juslibol y otras donde coexisten pinos gestionados por este Servicio, que reciben un tratamiento programado en septiembre. Por su parte, destacan que, en muchas ocasiones, el Ayuntamiento debe actuar sobre arbolado que no es de su competencia.

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