Artigas dice que la mesa técnica del azud "necesita sosiego" para tomar una decisión "científica no emocional"

La concejal del Ayuntamiento de Zaragoza apuesta por hacer una valoración sosegada sobre el futuro de la compuerta que crea una lámina de agua en el tramo urbano del río.

El azud, durante unas pruebas que permitieron levantar la compuerta averiada.
El pleno municipal debatirá sobre la reparación de la avería del azud
Oliver Duch

La concejal de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Teresa Artigas, ha indicado que la mesa técnica sobre el azud del Ebro, reunida este viernes desde las 10.30, "necesita sosiego" para tomar una decisión "científica, que no emocional" sobre el futuro de esta compuerta que crea una lámina de agua en el tramo urbano del río.

Artigas ha subrayado que se trata de una reunión técnica con varios ámbitos de actuación para trabajar "los impactos ambientales y la idea es hacer una valoración sosegada y se necesita de un trabajo detallado y es posible que hoy no haya decisiones", ha avanzado.

Ha apuntado que es posible que este viernes "se haga una hoja ruta que se ha de seguir porque se ha aportado documentación abundante, pero igual hacen falta documentos más específicos", ha apostillado.

La constitución de esta mesa técnica se decidió tras sufrir una avería una de las compuestas del azud, cuya reparación está cifrada en 65.000 euros y el mantenimiento anual de este dispositivo para mantener una lámina de agua en el tramo urbano del Ebro asciende a 150.000 euros.

En el Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente, situado en el paseo Echegaray y Caballero, 18, de Zaragoza, se ha dado cita un grupo multidisciplinar de expertos que agrupa a profesionales de ámbitos diversos, tales como un representante de Zaragoza@Desarrollo Expo; dos miembros de la Unidad de Conservación del Medio Natural del Ayuntamiento de Zaragoza; y uno del Departamento Conservación Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza, así como un representante de Zaragoza Deporte.

El listado lo completan dos expertos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, uno de la Universidad de Zaragoza, un miembro del Instituto Pirenaico de Ecología, organismo del CSIC, otro del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, uno del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) y dos de la Universidad Politécnica de Madrid.

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