Un águila con domicilio en el barrio de San José

Exhausta pero ilesa. Así rescataron el miércoles los bomberos a un águila de Harris tras escapar de la casa de un cetrero y quedar enganchada por la correa a la copa de un árbol

El águila de Harris, de cuatro años, tras el rescate.
El águila de Harris, de cuatro años, tras el rescate.
Bomberos de Zaragoza

Serpientes, patos, jabalíes... y hasta un águila. Por venenoso que sea o por muy afiladas que tenga las garras, a los Bomberos de Zaragoza no hay animal que se les resista. Prueba de ello, el operativo que montaron este miércoles en San José para rescatar un águila de Harris de cuatro años que había quedado atrapada en la copa de un árbol a diez metros de altura. La rapaz pertenece a un cetrero afincando en la calle de Juan José Gárate y pasa los días en una terraza sujeta mediante una sirga a un pie de madera. Pero el animal logró desasirse y levantar el vuelo, con tan mala suerte que arrastró el amarre y acabó enganchado a una rama.

"Cuando nos han dicho que teníamos que coger un águila nos hemos quedado algo perplejos", reconocía este miércoles el bombero que acabó echando el guante al animal. "Lo más costoso ha sido acceder al lugar, ya que el árbol donde ha quedado sujeta el águila está dentro de un patio de manzanas y no hemos podido meter el camión con la escala", explicaba. De hecho, al final, él y varios de sus compañeros tuvieron que trepar por el tronco ayudándose de una escalera garfio. Una vez arriba, tirando de brazo y sierra cortaron la rama donde se había atado la correa y liberaron a la rapaz.

En condiciones normales y dada su especial habilidad para la caza, el águila de Harris puede resultar un animal peligroso. Pero lo cierto es que el joven ejemplar –estas aves pueden vivir hasta 20 años– rescatado en San José no ofreció mucha resistencia. "Debía de llevar tanto tiempo intentado soltarse que estaba exhausta. Así que la hemos cogido con cuidado y de uno a otro nos la hemos ido pasando hasta meterla en el transportín", contaban los bomberos del parque Romareda. En cualquier caso, actuaron provistos del correspondiente guante de seguridad.

Al acreditar la propiedad y contar con todos los permisos correspondientes, el animal fue devuelto a su dueño, que fue también quien llamó al 088 para advertir de que se le había escapado el pajarito.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión