"Es imposible no ver en la cara del bebé la de tu hijo"

José Luis Calvete, bombero de la DPZ en Caspe, ha acaparado la atención mediática tras difundirse la fotografía en la que da agua con un biberón a un bebé tras un accidente.

Una imagen viral. La Diputación de Zaragoza colgó la fotografía en su página de Facebook y en Instagram el pasado domingo y ya se ha convertido en la publicación de la institución provincial que, hasta el momento, ha tenido mayor difusión, con miles de reacciones y comentarios agradeciendo la labor de los servicios de rescate.
Una imagen viral. La Diputación de Zaragoza colgó la fotografía en su página de Facebook y en Instagram el pasado domingo y ya se ha convertido en la publicación de la institución provincial que, hasta el momento, ha tenido mayor difusión, con miles de re
Diputación de Zaragoza

José Luis Calvete todavía se emociona cuando recuerda al bebé de seis meses que, el pasado viernes, viajaba junto a sus padres en uno de los coches que se vieron implicados en un accidente en la carretera A-221, entre Caspe y Maella: "Acabas llevando tu trabajo al terreno personal y es imposible no ver en la cara de ese niño la de tu propio hijo".

Su fotografía dando agua a un pequeño de seis meses, resguardados del intenso calor en una ambulancia junto al lugar del siniestro, se ha propagado como la pólvora por las redes sociales, aunque él resta importancia a su actuación: "El equipo es fundamental para atender una situación como esta, y la actuación de todos los profesionales es igualmente importante". En el accidente intervinieron bomberos de la Diputación de Zaragoza, sanitarios del 061, el helicóptero del 112, Policía Local de Caspe, agentes de la Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil.

El bebé resultó ileso, aunque sus padres permanecen ingresados con pronóstico grave en la uci del hospital Clínico y Servet de Zaragoza, según fuentes del Salud del Gobierno de Aragón. Tal y como relata José Luis, una familia que viajaba en otro coche observó el choque y sacó al pequeño del vehículo, donde viajaba en su silla homologada en sentido inverso a la marcha y con todas las medidas de seguridad. Este bombero del parque de Caspe tiene 39 años, está casado y tiene un hijo, Manuel, de dos años. "Lo primero que hice, por indicación del personal sanitario, fue buscar la sombra e hidratarlo, porque hacía muchísimo calor. El pequeño lloraba porque tenía hambre", cuenta. Así que buscaron sus pertenencias en el vehículo y encontraron el biberón. Solamente pudieron darle agua, por prescripción médica, pero "algo le calmaba". "A todos nos gustaría –indica– que a nuestros hijos los atendieran con cariño y profesionalidad".

José Luis apunta que intentaba acercar al pequeño a sus padres, para que "vieran que estaba bien". Los momentos que se vivieron en el lugar del suceso fueron muy complicados y angustiosos: "Pero dentro de la desgracia del accidente, te reconforta ver la cara del bebé y poder ayudarlo".

En la colisión frontal en un tramo recto de la A-221 se vieron implicados tres turismos y un joven de 28 años, vecino de la localidad de Maella, falleció. El matrimonio que viajaba con su bebé resultó herido grave y el conductor del tercer vehículo tuvo que ser asistido de lesiones leves.

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