El conductor homicida de Tudela invadió 26 metros del espacio de los peatones

El zaragozano fallecido y una de las dos jóvenes heridas salieron proyectados 15 metros hacia delante.

Recorrido del coche y ubicación de las víctimas.
Recorrido del coche y ubicación de las víctimas.
Infografía: Víctor Meneses. Fuente: Policía Foral.

Circulaba con exceso de velocidad, de forma temeraria y drogado. En el lugar del gravísimo accidente que costó la vida a Carlos Pellejero, de 20 años, y causó heridas a su novia y otra amiga no había ni una sola huella de frenada. No tocó el pedal del freno ni siquiera cuando unos metros antes de arrollar al grupo del vecino de Zaragoza un joven se tiró hacia el margen derecho del camino porque estuvo a punto de ser atropellado. Ni aún así, Abel P. C. aminoró su marcha. Tampoco lo hizo cuando, tras entrar en una curva cerrada, hacer un giro brusco y deslizarse durante 26 metros de forma lateral por el margen derecho, se llevó por delante a Carlos Pellejero, Claudia C. y Mayte R. P.

La Policía Foral de Navarra lo deja así de claro en el informe que recientemente envió al Juzgado de Instrucción de Tudela, encargado del caso. Los agentes señalan que, con su comportamiento temerario, Abel P. C. demostró su falta de respeto al resto de usuarios de la vía y subrayan que su intención era alcanzar los límites físicos del vehículo que conducía.

El infractor está en prisión provisional desde el 18 de abril, dos días después de causar el dramático accidente, como presunto autor de un homicidio imprudente, un delito de lesiones, otro de conducción temeraria y un cuarto de omisión del deber de socorro.

Fue sobre las 20.03 del 16 de abril cuando Carlos Pellejero, su novia y otros amigos regresaban andando hacia Tudela por el camino de las Norias, tras haber pasado celebrado el Día del Cristo. A pesar del elevado número de peatones que transitaban por la zona, Abel P. C., de 28 años, irrumpió con su vehículo a toda velocidad en una curva. Según los agentes, desde el punto en que entró podía ver al grupo caminando a unos 45 metros, pero no redujo la marcha. Solo un joven que se giró al oír el ruido del coche tuvo tiempo de tirarse al suelo.

Aunque había suficiente distancia (20 metros) para rectificar su conducción antes de alcanzar al grupo de Carlos, hizo un giro brusco y se deslizó de forma lateral, apoyando solo el neumático izquierdo sobre el camino, mientras los otros tres barrían la vegetación del margen derecho, lo cual redujo la huida de los peatones. Fue en ese instante cuando arrolló al grupo. El joven de Zaragoza se golpeó con la cabeza en la luna, salió proyectado 14 metros hacia delante y quedó en medio del camino. Su novia Claudia también salió despedida 15 metros y cayó en la vegetación. Mayte fue transportada unos 30 metros en el capó hasta que la tiró. El homicida se dio a la fuga, se escondió en casa de sus padres, en Milagro, donde fue localizado por la Guardia Civil. La abogada de la víctima, Carmen Cifuentes, ha pedido al juez que interrogue a los agentes para conocer las circunstancias de su detención.

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