Resulta que eran 'hipsters' sin saberlo

Las labores viven una nueva edad de oro gracias a la corriente DIY (Do it yourself) o en español, 'hazlo tú mismo', y las tiendas donde se venden lanas, telas para patchwork y otras manualidades se han multiplicado en nuestra ciudad. Sin embargo, algunos de los negocios pioneros de esta moda tienen medio siglo de historia.

Es el caso de Lanas Ana Zaragoza, regentada por Ana López-Blanco y antes de ella, por su madre, que fue su fundadora. “Es un negocio familiar y está tal cual estaba hace 50 años', dice orgullosa la propietaria.

En esta tienda situada en la avenida de San José de Zaragoza no solo se vende lana. Cada día, las clientas que lo desean, acuden para consultar dudas sobre su labor, pedir indicaciones o, simplemente, hacerse compañía. “Hay días que en invierno nos juntamos más de una quincena”, explica López-Blanco.

Una de estas fans del punto es Ángeles Salavera, de 69 años. Viene desde marzo a aprender y ha hecho ya dos chaquetas para sus nietos y un jersey para ella. “Ahora”, dice, “estoy haciendo una chaqueta negra de ochos. Solo quiero hacer punto. Estoy enganchada total”, dice Salavera, riendo.

“Este pequeño club lleva desde los inicios de la tienda, con mi madre ya se hacía”, recuerda López-Blanco. “Las clientas compran la lana y acuden cuando quieren para que les oriente, de manera totalmente gratuita. Hay clientas que llevan 35 años viniendo”, relata la propietaria.

Eleodora Ureña empezó este año y ya ha hecho ocho prendas, entre ellas vestidos para sus nietas, o chaquetas y jerseys para ella y su marido. “Vengo por las tardes para preguntarle a Ana los puntos que tengo que hacer. Es como un hobby para mí”, relata Ureña.

La media de edad de estas mujeres supera los 50 años, aunque “cada vez acude gente más joven interesada por aprender a hacer labores”, dice López-Blanco. Es uno de los efectos de esta moda 'vintage' que ha llegado a los negocios de toda la vida.