La Policía Nacional detuvo el lunes por la noche a un vecino de Torrero tras intentar acabar con la vida de un amigo a cuchilladas y delante de su familia simplemente por cambiar la música. Como consecuencia del ataque, la víctima sufrió cortes en cuello, cara, mandíbula y antebrazos de los que fue asistido en el Hospital Clínico. Según consta en el atestado, la médico que trasladó en la uvimóvil al herido aseguró que una de las lesiones del cuello no fue mortal "por milímetros".

La tentativa de homicidio se produjo sobre las 22.30 en un domicilio del número 35 de la calle de Granada. El agresor, César I. T., había invitado a cenar a su amigo y a la postre acuchillado, Sorin C., de 37 años, así como a la esposa y al hijo de este. Según explicó la víctima a la Policía, en un momento dado, el ahora encausado se levantó de la mesa –en la que también estaba sentada su propia familia– y se dirigió a la cocina. Poco después, regresó con dos cuchillos de grandes dimensiones y le atacó.

El agresor lanzó las primeras cuchilladas a ambos lados del cuello de su amigo, provocándole varias heridas sangrantes. La víctima trató de defenderse y llegó a dar un primer puñetazo al portador del arma blanca, lo que no impidió que este siguiera haciéndole cortes por el resto del cuerpo. Finalmente, Sorín C. lanzó otro derechazo a su atancante, dejándolo semiinconsciente y permitiendo a su mujer llamar al 091.

Cuando llegaron los agentes, encontraron al herido en el salón de la vivienda sangrando abundantemente por el cuello, por lo que movilizaron enseguida a las emergencias médicas. En cuanto al agresor, la Policía lo encontró en otra de las habitaciones, todavía aturdido y con un importante hematoma en el ojo. De hecho, tuvieron que llevarlo también a urgencias y estuvo hospitalizado hasta el martes. El Grupo de Homicidios comprobó que los cuchillos con los que se había producido el ataque se hallaban en la bañera, donde los había escondido la propia hija del detenido para que no siguiera acuchillando a su amigo.

El agresor, al que defiende Juan José Serra Peñafiel, declaró ayer en el juzgado de guardia y quedó libre con cargos y con una orden de alejamiento.