El colegio con clases en el centro cívico y el recreo, en un solar

Las obras de ampliación del colegio de Peñaflor acumulan mucho retraso. Los niños se reparten en distintos centros del barrio.

Los niños están repartidos provisionalmente entre cuatro edificios del barrio y un solar se usa como recreo.
Los niños están repartidos provisionalmente entre cuatro edificios del barrio y un solar se usa como recreo.
P. F.

El colegio de Peñaflor tiene 'pasillos' de medio kilómetro. Los 53 niños de este centro están repartidos entre cuatro espacios del barrio rural: el colegio, el centro cívico, el pabellón y la casa de juventud. Y el recreo es un solar con dos porterías detrás del centro cívico que ha sido vallado por seguridad. Esta situación se supone que iba a ser una solución provisional mientras se hacían las obras de ampliación del colegio a finales de 2016. Pero el curso prácticamente ha terminado y las obras ni han empezado.

El colegio de Peñaflor, con graves carencias, es uno de los eternos proyectos en la lista de infraestructuras educativas pendientes. "Como somos pocos, nunca nos han hecho mucho caso", se lamentan desde la asociación de padres. Tras muchos años de reivindicaciones, finalmente consiguieron que la DGA aprobara el derribo de las edificaciones más antiguas y la construcción de un nuevo edificio con tres aulas. El proyecto contaba con una partida de 300.000 euros en los presupuestos de 2016.

En diciembre tiraron los barracones con techo de fibrocemento (material prohibido en la actualidad en la construcción por sus riesgos para la salud) que usaban los alumnos de Primaria. También derribaron la antigua casa de maestras, en ruinas, en una esquina del patio. Pero las máquinas nunca llegaron para empezar a construir el nuevo aulario. Y la situación provisional de principio de curso se ha prolongado sin fecha.

"Hemos visto pequeños pasos y nos aseguran que las obras se van a hacer, pero hasta que no lo veamos no nos lo creemos. Nos van retrasando las fechas y las promesas. Ahora nos dicen que en los presupuestos de 2017 hay una partida de más de 400.000 euros y que estará para el próximo curso. Nos aseguran que las obras se pueden hacer por vía urgente. Queremos un compromiso claro", afirma Abel Lisbona, vicepresidente de la asociación de padres.

"El proyecto está hecho y se va a tramitar por vía urgente. Saldrá a licitación cuanto antes. Se va a construir un edificio de 345 metros cuadrados con tres aulas, una de desdoble, un despacho, aseos y almacén", explican desde Educación. Este lunes se ha publicado el anuncio de licitación de doce aulas del centro integrado de Parque Venecia, también por vía urgente.

Sin comedor

Las familias de Peñaflor también pedían que el proyecto incluyera comedor, pero no se ha recogido su propuesta. Ante la falta de este servicio, hace ocho años las familias decidieron organizarlo por su cuenta contratando a monitoras. Los niños van andando del colegio al pabellón (acompañados por las monitoras), y comen ahí de tupper. "El servicio de comedor es fundamental para que las familias puedan conciliar y para hacer el colegio más atractivo a otras familias. Los niños deberían comer en un espacio en el mismo colegio, pero la DGA ha ignorado nuestra petición", señala Bernardo Sánchez, padre y miembro de la asociación Esperando el cole, que gestiona la contratación de monitoras de comedor.

"El año que se puso este servicio de comedor, se duplicó el número de solicitudes de nuevos alumnos. Si el colegio estuviera en condiciones y contara con todos los servicios, vendrían más niños. En el barrio hay 318 niños empadronados de 0 a 14 años y solo están escolarizados aquí 53. Otras familias prefieren ir a Zuera, Montañana, Santa Isabel y otros barrios de Zaragoza. El colegio es fundamental para la vida del barrio", destaca alcaldesa del barrio rural y madre del colegio, Mamen López.

Jornada continua y colegio multicultural

El colegio ha estrenado este curso jornada continua, con clases de 9.00 a 14.00. La junta vecinal, el colegio y distintas asociaciones del barrio han colaborado para buscar soluciones a la falta de espacios. Los niños de Infantil están en dos aulas del edificio del colegio. Los de Primaria están repartidos en tres clases: una en la casa de juventud (2º y 3º) y dos en el centro cívico (1º por un lado; 4º, 5º y 6º por otro). Son aulas que por las tarde se usan para otras actividades, como clases de pintura, y no disponen de mobiliario adaptado para niños.

El número de alumnos del colegio de Peñaflor varía todos los años a lo largo del curso con la incorporación de niños de la comunidad religiosa de la Cartuja de Aula Dei. "Para el próximo curso nos han dicho que irán al colegio de San Mateo, porque tiene comedor y pueden pedir becas. Son niños de muchas nacionalidades que aportaban una gran riqueza multicultural a nuestro centro. Es una pena que se tengan que ir", lamenta Mamen López.

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