Quinto Día de la Madre con una madre decapitada

El Día de la Madre se acerca y será el quinto año en el que Zaragoza lo celebre con su Monumento a la Madre decapitado por partida doble.

La obra, ubicada en el parque de José Antonio Labordeta, cumple este año el medio siglo de vida y lo hace en un "estado deplorable", según viene denunciando desde hace meses su autor, el reconocido artista Ángel Orensanz.

Orensanz ya manifestó hace meses a HERALDO su malestar por el estado de conservación del que fue uno de sus primeros trabajos en piedra y por el que dice profesar un "especial cariño", tanto por la temática que representa como porque la realizó en los albores de su carrera profesional, cuando tan solo tenía 25 años.

En conversaciones con este diario, el artista anunció en marzo de 2016 que se pondría en contacto con el Ayuntamiento de Zaragoza para tratar de concertar una reunión con su alcalde, Pedro Santisteve, y llegar a un acuerdo para asegurar la reparación y la futura conservación de la obra. Sin embargo, un año después, el abogado en España de Orensanz, Rafael Ariza, asegura que pese a su insistencia todavía no han obtenido una respuesta satisfactoria por parte del Consistorio.

Se trata de una escultura realizada en piedra de Ulldecona que representa a una madre con su hijo y que se encargó al escultor aragonés gracias a una iniciativa impulsada por Radio Popular de Zaragoza. Durante años, madre e hijo fueron víctimas de innumerables grafitis pero la catástrofe definitiva llegó en diciembre de 2012, cuando las dos figuras quedaron decapitadas y, desde entonces, nunca han sido reparadas. También fue arrancada una de las piernas del niño.

Según explica el letrado de Orensanz, el artista se ha ofrecido en múltiples ocasiones al Consistorio para reparar él mismo la obra sin pedir a cambio ningún tipo de remuneración. "La única pretensión del artista es que se le cubran los costos", asegura Ariza en contraposición a unas declaraciones que se hicieron públicas hace tan solo unas semanas y en las que fuentes municipales aseguraban que Orensanz pretendía "hacer una obra nueva y que se la comprase el Consistorio".

"Lo que Ángel proponía era hacer él mismo las piezas que faltan y dejar la obra en perfectas condiciones. Lo que sí pedía a cambio era, o bien un posible cambio de ubicación para que no vuelva a pasar lo mismo, o bien algún tipo de protección extra para que no sea de nuevo objeto de expolio".

El escultor está decidido a revertir el "maltrato" que han sufrido varias de las obras que tiene expuestas en la ciudad de Zaragoza y por eso su abogado se plantea, incluso, emprender algún tipo de acción "más seria".  Su propósito: conseguir la restauración tanto del Monumento a la Madre como del Monumento al Tío Jorge, otra escultura ubicada en el parque homónimo de la capital aragonesa a la que "se le retiró la parte superior sin la autorización del artista".

El abogado recuerda que Orensanz es uno de los artistas aragoneses "más universales" de los últimos tiempos. De hecho, la ciudad de Nueva York celebra cada año el 'Orensanz Day' a principios de abril. "Es aragonés y quiere que sus obras aquí se conserven en perfecto estado. Ya tiene una edad y también le gustaría abrir un centro de la Fundación Ángel Orensanz en Zaragoza pero para eso tampoco hay disposición por parte del Ayuntamiento", lamenta Ariza a título personal. "Solo espero que no nos tenga que pesar en un futuro cómo se está tratando la obra de este artista en su propia tierra".