“Los martes no van al médico, vienen al 'Café de las buenas ideas'”

Con el pretexto de compartir sobremesa, mujeres de diferentes edades se reúnen semanalmente en el barrio al calor de este peculiar café, donde bullen las actividades, la conversación, la compañía y la participación.

Reunión del Café de las buenas ideas el pasado martes
“Los martes no van al médico, vienen al 'Café de las buenas ideas'”
P. S.

Allá por el año 2000 comenzó a tomar forma una de las iniciativas vecinales más longevas del barrio zaragozano de Valdefierro. El ahora llamado ‘Café de las buenas ideas’, que se desarrolla en el marco de las actividades de la asociación Las Estrellas, sigue siendo tomado desde entonces un par de veces a la semana por dos grupos de mujeres de diferentes edades.

“En otros lugares ya existían los cafés-tertulia, pero nosotros nos preguntamos por qué no crear un café de ideas en el que la gente del barrio se reuniese amigablemente, hablase y generase también propuestas”, recordaban esta semana Pilar Adiego y Eduardo Picazo, promotores del peculiar punto de encuentro. Aunque nació como un espacio abierto a cualquiera, fue el público femenino el que se animó a participar: “Al principio venían pocas personas, unas cinco mujeres, pero con el paso del tiempo, el café se popularizó y se han consolidado con dos grupos”, añadían

Tienen como centro de operaciones el aula número dos de la primera planta del Centro Cívico Valdefierro. Allí, los martes, unas 25 mujeres de 70 años en adelante; y los miércoles, otras tantas de entre 38 y 60 -aunque también se cuela alguna vecina de 80 años– comparten un tiempo de sobremesa, desde las 15.30 y hasta las 17.00. Pero no se trata solo de tomar un café. Tras la taza y las pastas que acompañan a la bebida, hay un propósito social, solidario y también de ocio y esparcimiento.

Las más mayores lo viven con intensidad. “Para muchas de ellas, este es su grupo de relación y están deseando que llegue el martes para encontrarse con las demás”, contaba Picazo, quien explicaba que, curiosamente, los días del ‘Café de las buenas ideas’, van menos al médico o no van, no porque no estén malas, sino porque perdonan los achaques normales”. También lo confirmaba Pilar, quien, con 67 años, se encarga de dirigir y coordinar las actividades –de forma voluntaria y con alguna ayuda en forma de subvención- en ambos grupos: “Los martes no van al médico, vienen todas al café”, manifestaba orgullosa.

Además de practicar siempre una sencilla tabla de gimnasia, las mujeres comentan entre ellas temas cotidianos y recuerdos, pero también reciben charlas y conferencias sobre la gripe, la higiene personal o la autoestima, e incluso hablan de desperfectos en las aceras del barrio. También han participado en talleres de musicoterapia, realizado lecturas comentadas o trabajado la memoria. “Algunas no se pueden desplazar con facilidad y la mayoría son viudas y viven solas, pero queremos que no sientan así”, exponía Pilar, que con ese objetivo programa las anteriores actividades, busca la participación y ofrece apoyo y ayuda: “Cada semana les preguntamos qué tal han pasado los últimos días, qué han hecho o qué comieron ayer. Es importante que empleen su tiempo en algo; el café les llena y les hace felices”.

Casilda, Amparo, Consuelo, Magdalena, María… La mayoría de las mayores que acuden al centro son vecinas de Valdefierro, aunque entre las asistentes de los miércoles también las hay llegadas de otros barrios como Delicias o La Almozara. En ese grupo, el que llaman ‘el de las más jóvenes’, la filosofía es compartida, aunque las actividades son algo diferentes: “Acabamos de comenzar un curso de mujeres creativas y ya hemos realizado una sesión sobre la biografía de Coco Chanel”, contaba Adiego. Las ideas y las posibilidades de ocupar el tiempo son muchas porque, al final, “el café es solo la excusa para pasar un rato juntas”, reconocía Pilar.

Café en lugar de tele

Consuelo Zache es vecina de Valdefierro y acude fiel a la cita de los martes desde hace seis años. Lo aconseja a todas las personas de su edad, pues “en lugar de estar tanto tiempo en la tele, lo pasamos bien y nos sirve para conocer a nuevas amigas”, comentaba esta semana mientras esperaba su taza de leche con un sobre de descafeinado en el centro cívico.

Ella, reconocía, no cambiaría ese rato por nada. Igual que María Gómez, de las más veteranas de la mesa, con 76 años y más de 15 participando en el ‘Café de las buenas ideas’. “Dos amigas me trajeron para que no estuviese sola en casa y me gusta mucho”, explicaba al tiempo que también hablaba con sus compañeras sobre Manolo Escobar. Entre las vecinas más jóvenes está Magdalena de los Reyes: “Me encanta pasar tiempo con ellas, las beso a todas, les pregunto cómo se encuentran y, sobre todo, las cuidamos”, expresa satisfecha.

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