La normativa ciclista de Zaragoza, a debate

Los expertos y estudiosos de la materia aseguran que la prioridad es modificar, cuanto antes, el Reglamento General de Circulación. Además, califican a Zaragoza como referencia nacional en el proceso hacia una comunión ciclable.

Inicio del congreso 'Zaragoza, la ciudad de las Bicis'.
Inicio del congreso 'Zaragoza, la ciudad de las Bicis'.
Raquel Labodía

En el marco de 'Zaragoza, ciudad de las Bicis', esta semana se debate sobre normativa ciclista. Sobre qué se debe y qué no se debe hacer. Y, sobre todo, cómo se podría mejorar la convivencia entre peatones, vehículos motorizados y ciclistas en el entorno urbano. Los expertos y estudiosos de la materia, que estos días están en Zaragoza al alcance de un paseo, coinciden en una idea prioritaria: hay que modificar, cuanto antes, el Reglamento General de Circulación.

"En el reglamento actual, hay una hegemonía absoluta del coche. No se tiene en cuenta a la bicicleta en vías urbanas y se sigue pensando en ella como una herramienta para practicar deporte, no como un medio de transporte sostenible", explica Esther Anaya, integrante del Observatorio de la Bicicleta Pública.

"Es una normativa pensada exclusivamente para vehículos de motor. Por eso, hay que cambiar el modelo y regular la movilidad sostenible sobre dos ideas claves. La primera, dar prioridad al ciclista porque es vulnerable y se mueve en un medio hostil. La segunda, debe haber un trato normativo preferente para él porque cumple una función social beneficiando a la salud y al medioambiente que el vehículo a motor no tiene", agrega Francisco Bastida, de la Mesa Española de la Bicicleta.

El no tener un Reglamento General de Circulación actualizado obliga, además, a que muchos ayuntamientos locales impulsen sus propias ordenanzas, en algunas ocasiones, según Anaya, "al límite de salirse de la normativa". El caso de Zaragoza es bien conocido. La entrada en vigor de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), el pasado 23 de septiembre de 2014, prohibió la circulación de las bicis por las aceras y las zonas peatonales. Una sentencia que revolucionó las normas de movilidad en la ciudad.

"En nuestra opinión, fue una sentencia muy puntillosa en lo que respecta a las calles peatonales. Se podría haber solucionado convirtiendo las zonas peatonales en zonas de tráfico restringido, facilitando el paso a taxis, vehículos de residentes y, por supuesto, bicicletas. Hay un montón de ciudades que funcionan así, por ejemplo Oviedo, de donde yo vengo, y no hay ningún tipo de conflicto", subraya Bastida.

Antoni Poveda, presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta, va un paso más allá y, además de reclamar una regulación de la normativa general de circulación, solicita comprensión y comunión entre los tres sectores implicados en este gran debate: los peatones, los ciclistas y los vehículos motorizados.

"Estamos en un momento de redistribución del espacio público y eso genera tensiones a la hora de definir, precisamente, el espacio público de cada uno. Estábamos acostumbrados a que la mayoría del espacio público lo usaran los coches y venimos de una cultura en la que se ha priorizado siempre a los vehículos motorizados. Lo que estamos haciendo ahora es coger parte de ese espacio y dárselo a la bicicleta. Todavía hay mucho trabajo por delante para que la bicicleta pueda bajar a la calzada y hacerlo con seguridad", apunta Poveda.

"La prioridad es respetar el espacio de los peatones, en eso no hay debate. Implica movilidad activa, sostenible y saludable. Los desplazamientos peatonales en España son cerca de la mitad. Ahora lo que hay que trabajar es porque haya una calzada amable para las bicicletas", subraya Esther Anaya.

Zaragoza, referencia nacional

En un contexto de cambio y modificación del espacio urbano, los expertos coinciden en que Zaragoza es una de las referencias nacionales. Una ciudad ejemplo que, dentro de sus posibilidades, es pionera. "Zaragoza ha ido creciendo y en estos últimos años ha dado un acelerón para ser 100% ciclable. En España, Sevilla, Zaragoza y Barcelona son un eje pionero, ejemplos de lo que está siendo la transformación nacional hacia una comunión ciclable", expone Antoni Poveda.

"Zaragoza fue pionera con una ordenanza muy detallada, ha trabajado en todos los ambientes posibles para recabar información… Hay un trabajo arduo y de muchos años, de estudiar bien todos los factores posibles para tener la mejor ordenanza posible. Y eso ha sido un gran aprendizaje para todos", agrega Esther Anaya desde el Observatorio de la Bicicleta Pública.

"Veo a Zaragoza bien posicionada", incide Bastida. "Todo el mundo, no solo la gente de Zaragoza, debe cambiar el chip y pensar que la movilidad sostenible en el siglo XXI es imprescindible", concluye.

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