El fiscal eleva a 23 años la petición de cárcel para el acusado por el crimen de Ejea

Los informes de los forenses y de los peritos que analizaron al huella que incrimina a Pablo Miguel Canales han puesto fin al juicio. El Jurado emitirá estes jueves su veredicto.

El acusado de decapitar a un vecino de Ejea hace 20 años asegura que lo han utilizado para "ponerse medallas"
El acusado de decapitar a un vecino de Ejea hace 20 años asegura que lo han utilizado para "ponerse medallas"
Oliver Duch

La Fiscalía ha elevado de 18 a 23 años la petición de condena para Pablo Miguel Canales, al que se juzgaba desde este martes como presunto autor de la muerte y decapitación del vecino de Ejea de los Caballeros Eduardo Montori en 1996. El juicio se ha dado por concluido este miércoles, por lo que será este jueves cuando el Jurado Popular reciba el objeto del veredicto y previsiblemente emita su veredicto pronunciándose sobre la culpabilidad o inocencia del sospechoso.

La segunda sesión del juicio ha comenzado con la declaración de varios testigos, pero las comparecencias más destacadas han sido las de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) que hicieron la autopsia al cadáver y la de los dos peritos del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, que examinaron la huella palmar hallada en una de las paredes de la habitación donde degollaron a la víctima y llegaron a la conclusión de que pertenecía a Canales.

A la hora de revisar su calificación inicial, la Fiscalía ha tenido muy en cuenta el pormenorizado informe de los forenses Salvador Baena y Dolores Ramón. En concreto, la parte en que recordaban que Eduardo Montori recibió hasta 17 cuchilladas y que solo la primera, con la que le cortaron el cuello, era suficiente para acabar con su vida. Basándose en este dato, el ministerio público entiende que existió ensañamiento y una voluntad clara de aumentar el sufrimiento de la víctima. A esta circunstancia agravante ha añadido la de alevosía, por entender que no fue una muerte casual sino un asesinato premeditado.

La acusación particular, a cargo del letrado Javier Notivoli, ha elevado a definitivas sus conclusiones iniciales y solicita que Pablo Miguel Canales sea condenado a 20 años de prisión por asesinato. Por su parte, la defensa, de la que se encarga el abogado Javier Elía, ha propuesto la libre absolución de su cliente, recordando a los miembros del tribunal popular que a lo largo del juicio “han faltado certezas y han sobrado conjeturas”.

Haciendo uso de su derecho a la última palabra, el acusado ha insistido en que no mató a Eduardo Montori. “Yo puedo ser un alborotador y me han detenido muchas veces por ello. Pero sé donde está la raya y nunca la cruzaría. Puedo haber amenazado de muerte, pero para fanfarronear. No tendría valor ni para matar a un animal”, ha concluido.

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