La falta de lluvias y el bajo caudal hacen proliferar mosquitos y algas en el Ebro

El río pasa por la capital aragonesa con 35 m3/s, cuando su aforo superaba los 370 m3/s en abril del año pasado.

Siluros nadando entre las algas. Es tan bajo el caudal que lleva estos días el Ebro a su paso por Zaragoza que es habitual ver a grandes ejemplares nadando entre las islas de algas que se han acumulado en el río. En la parte superior izquierda de esta  imagen, captada ayer sobre el puente de Piedra, un siluro emerge entre las algas.
Siluros nadando entre las algas. Es tan bajo el caudal que lleva estos días el Ebro a su paso por Zaragoza que es habitual ver a grandes ejemplares nadando entre las islas de algas que se han acumulado en el río. En la parte superior izquierda de esta im
José Miguel Marco

La escasez de lluvias y el escaso caudal han hecho proliferar en las últimas semanas miles de algas, helechos e insectos en el Ebro a su paso por Zaragoza. El río bajaba ayer por la capital aragonesa con tan solo 35 metros cúbicos por segundo, cuando el año pasado por estas mismas fechas (el 17 de abril) llevaba un aforo diez veces superior y se alcanzaban los 377.

El Ebro ofrece estos días, sin duda, una imagen singular. La capa de algas acumuladas en las orillas ha favorecido la cría de larvas de mosquitos e incluso de los primeros ejemplares de mosca negra. Pero, además, la escasez de agua, que apenas alcanza los 67 centímetros de altura, deja entrever perfectamente la fauna del río. Ayer mismo, se podían ver a los siluros nadar entre las islas de plantas fluviales.

Ha sido la ausencia de precipitaciones en los últimos meses, tanto en la capital como en todo el eje que nutre el Ebro, la que ha motivado esta escasez de caudal y, en consecuencia, que no se hayan registrado importantes crecidas de agua, que son las que limpian las orillas de los ríos de la vegetación acumulada.

La presencia de estos macrófitos y las altas temperaturas favorecen la reproducción de los insectos. Por ello, muchos ciudadanos que han paseado estos días por las riberas se han visto sorprendidos por nubes de invertebrados. La mayoría son mosquitos, aunque el profesor de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, Javier Lucientes, no descarta que las actuales circunstancias también hayan acelerado la cría de la mosca negra en zonas del río con más corriente de agua. De hecho, algunos ciudadanos ya se han quejado de su presencia en el tramo de la Expo. En ese sentido, Lucientes transmitió tranquilidad y explicó que no todas las moscas negras producen el mismo tipo de picadura.

Desde hace tres años, según señaló Lucientes, ya no hay una subvención específica por parte del Gobierno de Aragón para analizar y estudiar la invasión de la mosca negra. Solo es el Ayuntamiento de Zaragoza el que inicia tratamientos específicos cuando se alerta de su presencia. Fuentes del Consistorio zaragozano explicaron que es el Instituto Municipal de Salud Pública el que hace inspecciones periódicas y, al detectar las primeras larvas, comienza a actuar contra ellas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión