La tradicional corrida concurso abre temporada en la Misericordia
Rafaelillo, el aragonés Alberto Álvarez y Román integran la terna de toreros encargados de lidiar seis ejemplares de Partido de Resina, Cuadri, Alcurrucén, El Ventorrillo, Flor de Jara y Ana Romero.
Los toros vuelven a Zaragoza por San Jorge, que trae una miniferia pensada para los verdaderos aficionados. Sin anunciar a ninguna de las máximas figuras, la empresa que lidera Simón Casas ha programado dos corridas de peso y con alicientes. La primera, que este sábado ebre temporada en la Misericordia, es la tradicional concurso de ganaderías y cuenta con tres toreros curtidos en estas lides. Principalmente, un Rafaelillo que repite como cabeza de cartel -en 2016 formó terna con Paulita y Escribano- y acostumbra a medirse a astados de condición ruda.
El público maño ya comprobó su oficio en la pasada Feria del Pilar, cuando compartió protagonismo con Alberto Álvarez. El aragonés regresa a su plaza con el deseo de cuajar una actuación que le permita sumar contratos. Con el paso del tiempo, valoras más oportunidades como esta. Es una cita fundamental para mí, y soy consciente de lo mucho que me juego, señaló -horas antes de hacer el paseíllo- Álvarez, y ensalzó el talento de Rafaelillo y Román, tercer espada que tomará parte del festejo.
El valenciano viene de cortar una oreja en su tierra, en las Fallas, y pretende ser un torero de ferias. A su favor juega la juventud y un valor descomunal, que en ocasiones debe controlar. A pesar de que nunca ha comparecido en una corrida concurso, Román sabe lo que es enfrentarse a ejemplares de varios de los encastes que figuran en el cartel de esta tarde.
Partido de Resina, Cuadri, Alcurrucén, El Ventorrillo, Flor de Jara y Ana Romero competirán por presentar el ejemplar más bravo. Además, como es habitual, habrá premios para el mejor picador y para el mejor lidiador. En ese sentido, Nacho Lloret, gerente de Simón Casas Production, adelantó que se repetirán los cambios en el reglamento del festejo que se introdujeron el año pasado.
De esta forma, se volverá a suprimir la única raya que antes se pintaba para delimitar la suerte de varas, y será sustituida por otras -en la zona de contraquerencia del toro- a seis, nueve, 12 y 15 metros de la barrera para que sirva de referencia a los lidiadores y al público en general.
