Urbanismo estudia revocar la licencia del Viva la Vida, un bar situado en el número 7 de la calle de Santa Cruz que ha adquirido una notable popularidad en la noche zaragozana.

El local acumula unas 40 denuncias en apenas dos años por ruidos y, según fuentes municipales, existe un procedimiento en marcha que se resolverá en próximas gerencias de Urbanismo. A esto hay que añadir que se le ha denegado la licencia de bar musical, lo que impide que abra más allá de la una y media de la madrugada.

Su copropietario, Óscar Vicente, admite el malestar de los vecinos. Recalca, en todo caso, que se está trabajando para encontrar una solución. "Ellos quieren descansar y nosotros, ganarnos la vida. No buscamos ninguna confrontación", apunta.

Los problemas se deben, sobre todo, a quienes salen al exterior a fumar o guardan fila para entrar. "Hemos contratado a un ‘silenciador’, una persona que les invita a no hablar más alto de lo debido", indica. Pese a que confía en llegar a un acuerdo y evitar el cierre, recuerda que la actividad del bar es "exactamente la misma" que en 1993.