"Con las crecidas del Ebro se inundan algunos garajes y sale un olor muy molesto"

Los vecinos de Vadorrey piden ampliar las piscinas, mejorar los accesos al barrio y arreglar las zonas verdes.

Los barrios y distritos zaragozanos ya tienen su respuesta a los proyectos que presentaron al Ayuntamiento de Zaragoza en los presupuestos participativos. En algunos de ellos, la contestación del Consistorio ha sentado “como un jarro de agua fría”. Es el caso de una de las propuestas de la Asociación de Vecinos Vadorrey para ampliar la superficie de baño de sol de las piscinas de la Jota, ubicadas en el Centro Deportivo Municipal de este barrio, junto al Parque de Oriente, propuesta que se ha denegado.

“Lo que pedíamos era poder mover la valla de la piscina para ganar superficie de césped, no de los vasos, ya que el recinto se satura en verano y es pequeño para la población que acoge. Además, ahora se van a construir 800 viviendas en el entorno de la ribera y habrá más demanda”, explica Pablo Polo, secretario de la asociación vecinal de Vadorrey.

Una situación que corroboran los usuarios. “Hace tres años que estaba proyectada la ampliación. Arreglaron el parque y dejaron la piscina como estaba. Cabemos muy pocos en ella”, comenta José Gracia, vecino de la zona.

La construcción de 800 nuevas viviendas genera otra preocupación entre los vecinos, ya que temen que el acceso al barrio por el Paseo de la Ribera, de un solo carril, se sature con la llegada de nuevos habitantes. “Pedimos que se convierta en una vía de dos direcciones para que las entradas no se saturen. Se podría hacer convirtiendo la línea de aparcamientos en carril para la circulación”, apunta el secretario de la entidad vecinal.

Algo que tampoco convence a los vecinos. “Si se quita la zona de aparcamientos y viene más gente a vivir será más difícil aparcar”, apunta Miguel Ángel Gracia, que vive junto a la ribera.

Inundaciones y malos olores

El parque de Vadorrey es otro de los lugares que los vecinos insisten en arreglar debido a la existencia de algunas deficiencias. “Hay un poste de línea de alta tensión que debería de quitarse y dejadez en la zona de juegos infantiles con instalaciones de hace 60 años y sin pavimento de caucho”, continúa Polo.

El campo de fútbol también recibe quejas. “Es una pena como está. Junto a este espacio aparcan los coches, está lleno de piedras y con la lluvia se embarra”, dice Mª Jesús Frutos, que paseaba a su perro por esta zona verde.

La lluvia y el río son los causantes también de algunos problemas en las calles y edificios del barrio. “Con las crecidas del Ebro, el agua entra en la red de vertidos y tarda mucho en salir, lo que tiene consecuencia en el pavimento de algunas de las calles como la de Carmelo de Bergua y la de Nobleza Baturra, que tienden a hundirse”, dice Pablo Polo.

Según Polo existe igualmente un problema de regresión de las tuberías de la estación de bombeo del Gállego. “Cada vez que sube el Ebro se colmatan las tuberías y las aguas fecales salen por las alcantarillas y sumideros del parque de Vadorrey”, constata el secretario de la asociación.

Entre los vecinos esta situación genera algunos inconvenientes. “Cuando llueve se inundan algunas vías dificultando el paso de los coches. Con las crecidas del Ebro lo hacen algunos garajes y sale un olor muy molesto de las alcantarillas”, corrobora Marta Soler, de 18 años.

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