Un repartidor de una conocida empresa de mensajería será juzgado mañana por la presunta violación de una zaragozana de 29 años que tiene reconocida una minusvalía intelectual del 34%. El empleado, Óscar Eduardo H. Ch., se enfrenta a una pena de 9 años de prisión, ya que tanto la Fiscalía como la acusación particular consideran que se aprovechó de las limitaciones de la mujer y de que estaba sola en casa para abusar sexualmente de ella. El hombre lo niega, pero el testimonio de la víctima y las pruebas de ADN juegan en su contra.

Los hechos que sentarán este martes en el banquillo de la Audiencia Provincial al repartidor se produjeron el 18 de noviembre de 2014. Según la Fiscalía, el acusado se presentó sobre las once de la mañana en el domicilio de la denunciante para entregar un paquete a nombre de su madre. Esta última no iba a estar en casa, por lo que había advertido a su hija de que le llevarían el pedido. Al parecer, la familia solía hacer compras por internet y la empresa de mensajería enviaba casi siempre al mismo repartidor para entregar la mercancía. Esta circunstancia llevó a la víctima a abrir la puerta al hombre con total confianza.

Según las acusaciones, la actitud del encausado fue aquel día muy diferente. Además de pedir a la mujer los datos habituales para rellenar el albarán de entrega, el empleado le preguntó si era menor, si tenía novio y si estaba sola en el domicilio. Al parecer, mientras conversaba con la inquilina, el repartidor se fue introduciendo poco a poco en su vivienda y acabó cerrando la puerta por dentro.

Se abalanzó por detrás

La Fiscalía y la acusación particular mantienen que, aprovechando un momento en que la mujer le dio la espalda, el procesado se abalanzó sobre ella, la agarró por el cuello y empezó a besarla. La víctima le pidió que le dejara y se marchara del domicilio, pero parece que el repartidor hizo caso omiso y terminó abusando sexualmente de ella.

Según los forenses, la víctima tiene limitaciones en la comprensión de situaciones sociales complejas. De ahí que la Fiscalía entienda que sintió miedo y no supo reaccionar. Pero el presunto agresor niega que la violara y asegura que fue la mujer la que desde que llegó a la casa mostró una actitud insinuante. En cualquier caso, parece que se hallaron restos de saliva en el cuerpo de la mujer que incriminarían al procesado.