“Hace más de un año y medio que prometieron que cambiarían los bancos, que mejorarían las zonas de juegos infantiles y que diseñarían nuevos parterres y aún no se ha hecho nada”. Esta es la amarga queja de los vecinos de los distritos Centro y Universidad, que esta mañana han recorrido Gran Vía para radiografiar los desperfectos en las jardineras o las fuentes del bulevar central.

El Ayuntamiento reconoce que el diseño que hizo el arquitecto Iñaki Alday cuando se implantó el tranvía ha resultado fallido y que, además de la tala y reposición de árboles, habría que cambiar el mobiliario de toda la traza.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento, Jorge Azcón, acompañó a los residentes en la zona y exigió al concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, que cumpla sus promesas y, sobre todo, “que escuche a los vecinos”. “Denunciamos que para el Ayuntamiento hay vecinos de primera, de segunda y de tercera. El gobierno de ZEC solo escucha a quienes les da la razón y, a pesar de que los presidentes de los distritos Centro y Universidad, le han solicitado continuas reuniones al señor Cubero, este los ignora y el bulevar acentúa su deterioro”, ha dicho Azcón.

“Ya no sabemos qué pensar, no nos hacen ni caso ni tienen ningún interés ante una demanda de los vecinos que es constante”, ha afirmado Fernando Lozano, vecino del Centro, que lamenta la mala conservación de los bancos y las telas asfálticas donde –supuestamente- hay plantas.

Existe un proyecto para que Parques y Jardines coloque especies «con abundante floración y valor ornamental» en los 2.764 metros cuadrados de parterres entre Gran Vía y Fernando el Católico, pero los trabajos aún no tienen una fecha de comienzo previta.

Es seguro que se retirarán las cintas y las piedras blancas que se distribuyen en mantas negras antihierbas (un experimento fallido de xerojardinería, técnica que trata de minimizar el uso de agua) y que habrá que reforzar con doble vallado las zonas infantiles. Además, se van a cambiar todos los bancos verdes de la traza, que han resultado ser muy sucios y sus paneles llevan meses despegándose, y se colocarán 102 nuevos de madera (de los de toda la vida) con espacio para tres personas.