“Pedimos que se drague en profundidad la caja del río Ebro”

El acondicionamiento de la explanada de la Estación del Norte y el cuidado Parque Tío Jorge son las principales preocupaciones de los vecinos del Arrabal.

Imagen de archivo del parque Tío Jorge.
El parque Tío Jorge.
AVV Tío Jorge Arrabal

El barrio del Arrabal está muy próximo al centro de la ciudad, apenas a 50 metros del Ayuntamiento, y sin embargo hay espacios muy poco cuidados que requieren una revisión.


La explanada de la Estación del Norte es un ejemplo de ello. Ocupa unos 8.000 metros cuadrados, casi como la plaza del Pilar. Desde la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal proponen que se ponga suelo térmico, dotado de tomas de agua y de electricidad, lo que permitiría la organización de mercadillos.


El casco histórico del barrio es la única zona de la ciudad que conserva el urbanismo originario de sus viviendas. En la candidatura de Zaragoza 2016 se proponía que esta zona se destinase a artesanos que desarrollaran allí sus proyectos. Rafael Tejedor, presidente de la entidad vecinal, apuesta por poner en funcionamiento los solares y edificios que hay vacíos, propiedad de Zaragoza Vivienda. De esta forma, señala Tejedor, “los jóvenes se podrían quedar a vivir en el barrio y se valoraría más el patrimonio histórico del Arrabal”.

 

El Parque del Tío Jorge y el de Macanaz también requieren una revisión. Para ambos se pide aumentar la iluminación por las noches, además de cuidar más las zonas verdes. La asociación pide la mejora de los parques infantiles y de las pistas deportivas. “En cuento se va el sol no paso por el parque porque me da miedo, faltan farolas”, señala una vecina.


Ambos espacios se anegan cuando sube el nivel del río y ,señala Tejedor, con la última riada de 2015 hubo comunidades de vecinos que estuvieron sin ascensor durante dos meses porque los sótanos estaban anegados. “Pedimos que se drague en profundidad la caja del río, para recuperarla y evitar las inundaciones freáticas que se tienen ahora", reclama Rafael Tejedor.


Otras reivindicaciones aluden a la zona de las balsas de Ebro Viejo, que cuenta con 1.500 viviendas sindicales, “en proceso de degradación”, apunta Tejedor. “Los vecinos de toda la vida nos hacemos mayores y ninguna de las viviendas tiene ascensor”, comenta otra vecina. Esta situación ha hecho que muchos de los pisos estén vacíos e “incluso que haya okupas”. "Estamos a tiempo, pero hay que poner medidas para evitar que se convierta en un gueto", avisa Tejedor.


Otra de las preocupaciones del barrio es la climatización del Centro Cívico Tío Jorge, el primero de la ciudad, abierto en 1987. Se puso calefacción, sin embargo no se dotó de aire acondicionado.

La última de las reivindicaciones que propone la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal es la ausencia de piscinas públicas, ya que las más cercanas son las de la Jota y del Actur.

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