“Hacer un videojuego no es jugar: es un trabajo muy sacrificado”

Quienes se dedican a la industria de los videojuegos en la ciudad aseguran que las alternativas y la demanda de formación en el sector han crecido.

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La Asociación Trinit ofrece cursos de formación en videojuegos desde hace casi diez años
P. S.

A los 14 años, Juan Castillo comenzó a colaborar en un servidor de un juego realizando mapas y diseñando aventuras para un centenar de aficionados. Durante dos años estudió Filosofía y otro lo dedicó a sumergirse en la matemática computacional. “Ambas disciplinas me sirvieron después para desarrollar videojuegos: la primera, para llegar al jugador y la segunda, para iniciarme en la programación”. Desde entonces, numerosos “cabezazos” y otros tantos días laborables infinitos le condujeron a su situación actual.


Este joven zaragozano casi suma una década en activo en la industria de los videojuegos. En 2014 creó la empresa Mechanical Boss, centrada en la producción y el desarrollo de videojuegos y en la que trabajan actualmente 15 personas. Por su trayectoria, reconoce que valora muy positivamente el hecho de que hoy exista una oferta formativa específica en este universo: “Gracias a ello se avanza con mayor rapidez y el acceso al sector es más sencillo”, valora.


Una oferta formativa en la que su compañía también participa, pues hace algo más de dos años pusieron en marcha su primer máster al percibir ciertas necesidades en la ciudad y requerir ellos también profesionales que trabajasen en el ámbito del videojuego con unas herramientas determinadas: “Hay aficionados a los que les apetece hacer un videojuego por su cuenta como un pasatiempo o un hobby, pero existe también un sector con un músculo muy potente que atrae a muchas personas a trabajar en él, desarrollando roles con herramientas muy profesionales dentro de las empresas”, relatan. Han sido 16 los alumnos que han realizado su máster en los últimos dos cursos y en este momento hay seis estudiantes matriculados.


Durante un año, los responsables de Mechanical Boss imparten una formación global sobre la industria del videojuego poniendo el foco en tres campos: el modelado 3D, la programación y el desarrollo, y el diseño. La especialización en un determinado campo, un proyecto final y unas prácticas en empresas completan su módulo. “Es una industria multidisciplinar”, explican, por lo que aspectos tan diversos como la lógica de juego, la matemática, la experiencia de usuario, la psicología o la documentación son fundamentales.“El porcentaje de bajas en el alumnado es elevado”

La mayoría de quienes se inclinan por estos estudios se han formado en Ingeniería Informática o en disciplinas artísticas, si bien, casi todos comparten su pasión como jugadores: “Vienen a descubrir si pueden ser o no profesionales válidos para trabajar en este universo”, señala Castillo, quien subraya que el porcentaje de bajas en el alumnado es elevado: “Se sorprenden al comprobar lo complicado que es aprender y desarrollar. Hacer un videojuego no es jugar, se trata de un trabajo muy sacrificado que requiere de muchas horas”.


En la opinión del CEO de esta compañía zaragozana, aunque está empezando a llegar, en España todavía falta capital para realizar grandes proyectos, y en Zaragoza, cifra en cinco las empresas sólidas que se dedican actualmente a la producción de este tipo de juegos, la mayoría, proyectos por encargo que se exportan al extranjero. El auge formativo en este sector “ha estado ligado a la democratización y la facilidad de acceso a motores como ‘Unreal Engine’ o ‘Unity’, que abrieron sus licencias permitiendo trastear así a muchos aficionados. Además, han surgido nuevas oportunidades en cuanto a soportes, realidad virtual y tendencias en el mercado”, valora Castillo.


Para Iván García Subero, programador que dirige la actividad de la Asociación de Informáticos de Zaragoza Trinit, tanto la oferta como la demanda de la formación en este ámbito han aumentado en los últimos años, pues cree que es uno de los pocos sectores que, a pesar de la crisis, ha continuado creciendo. “Prácticamente todo el mundo juega a videojuegos: en cualquier momento y lugar, a través del móvil, en las redes sociales, con el ordenador o con una videoconsola. Cada vez hay más y mejores opciones, así como un mayor número de plataformas donde poder jugar”, argumenta este profesional, que enumera también posibles vías de desarrollo de proyectos para valorar la salud de esta profesión y que están relacionadas con las novedades en cuanto a periféricos de realidad virtual, reconocimiento de manos y cuerpo, dispositivos con entrada táctil o nuevas generaciones de consolas y ordenadores.Extraescolares de programación o robótica para los más jóvenes

Esta asociación agrupa a diversos profesionales autónomos y empresas del sector de los videojuegos en la ciudad y, desde el año 2007, se dedica tanto al desarrollo de juegos como a su enseñanza. “Impartimos desde cursos cortos de iniciación al diseño hasta cursos de formación profesional orientados al desarrollo de proyectos completos”, cuentan.


Ofertan opciones para desempleados y planes específicos para estudiantes universitarios y de ciclo superior en colaboración con otras entidades, y en 2013 el colectivo se lanzó también con un máster propio en diseño y programación de videojuegos en dos modalidades. “En la presencial, solemos tener unos 30 alumnos al año, y en la ‘online’, alcanzamos los 100 de diferentes puntos del país”, indica García Subero.


Su alumnado está compuesto generalmente por jugadores habituales de videojuegos menores de 30 años, aunque apuntan que han llegado  a contar con estudiantes mayores de 60. “Se suelen interesar por la parte artística de dibujo, modelado, animación…, o por la faceta más técnica de programación, bases de datos, inteligencia artificial… Hay quienes abordan ambas ramas pero lo habitual es especializarse en una de ellas”, aseguran desde Trinit. Allí tienen claro que para trabajar en este sector es vital poseer conocimientos de inglés, matemáticas, física y dibujo, entre otros.


Hasta institutos, casas de juventud y centros para jóvenes de la capital aragonesa, la fiebre del videojuego también ha llegado en forma de actividades extraescolares sobre programación, robótica, animación o diseño gráfico. La mayoría de las suyas están subvencionadas por el Departamento de Juventud y el Ayuntamiento de Zaragoza, y tratan de “introducir a los más pequeños en nuevas tecnologías que permiten su interacción con una máquina, sin exámenes ni objetivos ambiciosos, sino buscando que aprendan mientras se divierten y se ‘enganchan’ a este mundillo”, cuentan desde la asociación.También en la Universidad

En el curso 2014-2015, el grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos comenzó a impartirse en la Universidad San Jorge, al igual que la doble titulación donde este grado se une con el de Ingeniería Informática.


Actualmente, los primeros estudios cuentan con 16 alumnos, mientras que el doble grado posee 42 estudiantes. Por su parte, la Universidad de Zaragoza ofertó en ese mismo curso el diploma de Experto Universitario en Desarrollo de Videojuegos, si bien no se alcanzó el número mínimo de estudiantes matriculados para ponerlo en marcha. La presencia de esta formación específica en la UZ se circunscribe a la asignatura de Videojuegos dentro del plan de estudios de Ingeniería Informática.

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