Dice el alcalde Santisteve que haber reducido asesores en el gobierno municipal de ZEC ha sido una "melonada" porque, debido a su inexperiencia, los necesitaba. No sabe uno si darle la bienvenida a la política real y al mundo terrenal, felicitarle por el reconocimiento de la impericia –animándole a salir cuanto antes de ella por el bien de la ciudad–, o censurarle por lo que de impreciso, erróneo o incierto tiene tal afirmación. De todo hay, pero empecemos por el final para no acabar fabricando supuestas verdades a base de formularlas y luego reiterarlas. El Ayuntamiento de Zaragoza no ha recortado asesores. Es más, hay áreas –como esa de comunicación, que todos los partidos tienden inexorablemente a convertir en propaganda– donde se han aumentado. Y si repasamos los tradicionales cargos eventuales de libre designación, exactamente los mismos que antes y por los cauces de toda la vida, los de la antigua política. Todo al margen de listas de espera en bolsas de empleo que se declaran caducadas o se reactivan en función de quién entra o quién sale (alguna ya recurrida por ese motivo), vínculos políticos, familiares o personales entre los elegidos... Y todas esas melonadas.