"Los okupas me amenazan y me han echado de mi propia casa"

Los vecinos de un edificio en la calle Alonso V, con varios pisos ocupados, denuncian la difícil convivencia con los okupas.

Edificio en la calle de Alonso V, con varios pisos ocupados.
Edificio en la calle de Alonso V, con varios pisos ocupados.

"Por el bien común entre la comunidad de vecinos, se solicita copia de llave de la puerta de entrada al edificio para los vecinos que ocupan las viviendas de la primera planta. O se procederá a la sustitución de la cerraja, facilitando copia de llaves a los vecinos que así lo soliciten". Hace unas semanas, varios okupas colgaron este cartel en el portal del edificio de viviendas de la calle Alonso V, 21-23 de Zaragoza. Es un capítulo más de la tensa convivencia entre vecinos y okupas en este edificio desde el mes de agosto. "Es una pesadilla", aseguran varios vecinos, que prefieren no dar su nombre.


"Vinieron en agosto, cambiaron las cerraduras y se metieron en los cuatro pisos del 1º. Desde entonces nos han hecho la vida imposible. Destrozaron buzones, luces, cámaras y la central antiincendios. Han forzado cerraduras y los cuartos de contadores. Han robado bombillas, bicicletas y material de limpieza del garaje. Hemos visto cómo entra gente a comprar droga. Nos amenazan continuamente. Tengo miedo por mi familia y hemos decidido irnos temporalmente. Me han echado de mi propia casa", denuncia un vecino.


La Policía ha acudido en varias ocasiones al edificio tras las llamadas de los vecinos. "Nos dicen que ellos no pueden hacer gran cosa. Que tienen que ser los propietarios de los pisos los que denuncien. Nos sentimos impotentes", afirman. Según información de la comunidad de propietarios, los cuatro pisos ocupados pertenecen a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).


"Son delincuentes, se aprovechan del sistema y sus vacíos legales. El cabecilla de los okupas es una persona muy agresiva de etnia gitana. Según nos ha contado la Policía, tiene un largo historial de delitos por robo con fuerza, ha estado en la cárcel y tiene pendiente una orden de detención", aseguran.


Los okupas también han intentado sacar provecho del garaje. Consiguieron copias de la llave de acceso y alquilaban plazas por 50 euros al mes. También colgaron carteles: "Me han rayado el coche en el garaje. Si me hacen una sola raya más, todos los coches del garaje se verán perjudicados seriamente". Hasta que los vecinos cambiaron las cerraduras del portal y la puerta del garaje, e instalaron cámaras de seguridad. Se han gastado más de 8.000 euros.De Fincas Atlanta a la Sareb


La historia de este edificio es un ejemplo de lo que ha pasado con muchos otros con la crisis. El edificio, con 24 apartamentos, lo construyó Fincas Atlanta en 2008. Cuando esta empresa quebró, los pisos que habían quedado sin vender pasaron a manos de los bancos y, posteriormente, de la Sareb. Según información de la comunidad de propietarios, la Sareb tiene 9 pisos en este edificio: cuatro están ocupados en la planta baja, dos alquilados y tres vacíos. Los vecinos denuncian las dificultades para ponerse en contacto con la propiedad.


La Sareb confirma que tiene varios pisos en este edificio, pero no especifica su estado ni si ha denunciado alguna ocupación. "Cuando nos enteramos de una ocupación, denunciamos, es nuestra obligación. Nos ponemos en contacto con las personas que habitan y no siempre se inicia un procedimiento de desalojo. Se estudia cada caso concreto. Cuando hay una situación de vulnerabilidad, ofrecemos una alternativa", explican desde la oficina central de la Sareb en Madrid.Empadronada en el piso ocupado


"Nadie de la Sareb se ha puesto en contacto conmigo. Yo me quiero quedar y legalizar mi situación. He trabajado muchos años de camarera. Ahora estoy en el paro, pero estoy buscando trabajo y esperando una paga por mi hijo", afirma Alexandra, zaragozana de 38 años, que ha ocupado uno de los pisos. Ella entró en agosto, a través de un conseguidor de pisos conocido en el barrio. "Le di 300 euros y él me dio las llaves. Luego cambié la cerradura. Mucha gente entra así a los pisos. Pero yo no he visto basuras ni destrozos, yo limpio mi parte. No sé si hay menudeo de drogas", afirma Alexandra.


Ella aprovechó que el piso ya tenía agua y contrató la luz con Endesa. También se empadronó en la vivienda. "Los otros okupas me ofrecieron engancharme la luz, pero yo no quería líos. El padrón es importante para tener ayudas sociales, para apuntarme a cursos, el médico y otras gestiones. Y darte de alta para la luz es fácil, se hace el trámite por teléfono", explica.


Los vecinos cambiaron la cerradura del portal por motivos de seguridad, y ahora los okupas no tienen copia. Para acceder se llaman por teléfono y se abren la puerta unos a otros. Endesa cortó el suministro de luz a los pisos ocupados hace unos días y también se han quedado sin agua. Aunque ellos han llamado para que restablezcan el servicio.


"Los vecinos nos quieren echar y nos quieren dejar incomunicados. Desconectaron los telefonillos. Cambiaron la cerradura del portal y no tenemos llave. Han puesto puertas blindadas en algunos pisos. Nos cortaron el agua y la luz. Y nos acusan falsamente de amenazas", afirma Alexandra. Los vecinos lamentan la situación y confían en que se solucione cuanto antes. De momento, en los últimos días, la Sareb ya ha colocado puertas blindadas 'antiokupas' en algunos de sus pisos vacíos en el edificio.

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