José María Berni Pérez reconoció ayer haber sometido a tocamientos a la hija de su compañera sentimental, cuando la chica tenía 14 años, y se conformó con una condena de dos años de cárcel por un delito de abusos sexuales. Al no tener antecedentes, el hombre no entrará en prisión si no vuelve a delinquir en los próximos años. Además, ha indemnizado a la menor con 780 euros, lo que le valió para que el fiscal accediera a aplicarle la atenuante muy cualificada de reparación del daño y rebajara su petición inicial de tres años y medio de cárcel a dos.

El acuerdo de conformidad, alcanzado por su abogado, Pascual Arredondo, se firmó ayer ante el tribunal de la Sección Tercera de la AudienciaProvincial de Zaragoza, donde iba a ser juzgado por unos hechos que ocurrieron a principios de este año.

Según mantenía el fiscal, una noche, sobre las 21.40, el acusado entró al salón de la casa en la que vive con su pareja y la hija de esta y encontró a la menor bailando delante de la televisión en ropa interior. El hombre se le acercó y empezó a rozar su cuerpo con el de ella y, de forma sorpresiva, le desabrochó el sujetador y le tocó los pechos. La chica, según declaró después ante la Policía, se quedó paralizada y cuando el acusado fue a más, empezó a gritar y él cesó en su actitud.

En un principio no dijo nada a su madre, pero luego en el colegio se lo contó a sus tutores, que comunicaron los hechos a la progenitora y ante la Policía. El juzgado de instrucción abrió una investigación y terminó imputando a José María Berni por un delito de abusos sexuales por el que la fiscalía terminó acusando, ya que en el caso no ha habido acusación particular. Además de la pena de prisión, el acusado aceptó una medida de prohibición de acercarse a la menor durante 5 años.