El Ayuntamiento adaptará sus ordenanzas a la nueva regulación de los 'segway'

La DGT prohíbe su circulación por las aceras pero deja en manos de los municipios la aplicación de excepciones.

Los ayuntamientos deben especificar por dónde pueden circular los 'hoverboard'
Los ayuntamientos deben especificar por dónde pueden circular los 'hoverboard'
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El Ayuntamiento de Zaragoza estudia la instrucción emitida por la Dirección General de Tráfico (DGT) que restringe la circulación de vehículos de movilidad personal por la vía pública. En concreto, el organismo estatal aclara que no se trata de vehículos de motor (hace referencia a los conocidos 'segway', 'hoverboard' y similares), lo que cuestiona su uso por la calzada, pero tampoco se asimilan a un peatón, lo que les veta las aceras y espacios similares.


Ante el limbo legal causado por el auge de este tipo de aparatos -en su mayoría de propulsión eléctrica- y por el vacío creado ante la falta de un reglamento que desarrolle la Ley de Tráfico, la DGT ha decidido dar a los ayuntamientos la potestad de aplicar excepciones señalando aquellas vías y espacios urbanos por los que se permita su uso. Algo que deberán hacer “de modo expreso”, lo que implica una modificación de las actuales ordenanzas de la capital aragonesa.


Fuentes del Área de Movilidad del consistorio zaragozano señalan que se va a analizar cómo incluir la instrucción de la DGT en la normativa municipal, en principio, modificando la Ordenanza General de Tráfico de la ciudad. Para ello, entre otras acciones, se estudiará qué soluciones adoptan otras urbes con mayor presencia de estos vehículos en sus calles.


En capitales costeras y turísticas del país, este fenómeno está suponiendo un reto para sus ayuntamientos, que deben lidiar con los conflictos que derivan de la convivencia entre coches, bicicletas, peatones y un importante uso de vehículos de movilidad personal. En Barcelona, por ejemplo, el Gobierno municipal de Ada Colau prepara un normativa para el año que viene que prohibirá su uso por las aceras y para menores de 16 años.


El Ayuntamiento de Zaragoza ya estudió la inclusión de los aparatos tipo 'segway' en la ordenanza de circulación de peatones y ciclistas, aprobada en 2009 y modificada en 2014 tras la sentencia del TSJA que prohibía las bicis por las aceras, pero finalmente se decidió no abordar el asunto dado el vacío legal existente. Algo que se tendrá que acometer ahora.


En la capital aragonesa, su uso es minoritario, y salvo alguna iniciativa empresarial vinculada con el turismo tras la Expo de 2008, estos vehículos tienen de momento escasa presencia en las calles. Fuentes del sector consultadas por este periódico señalan que la rentabilidad del alquiler de aparatos tipo 'segway' en Zaragoza es “muy complicada”.


En cuanto a la legalidad de su uso por la ciudad, hasta ahora cuando una empresa se dirigía al Ayuntamiento para saber qué margen de movilidad tendrían si se instalaran en Zaragoza, las directrices que se les facilitaban eran las de circular por parques y aceras a una velocidad máxima de 10 km/h.


El portavoz del colectivo Acera Peatonal, Fernando Navarro, aplaude la decisión de la DGT de prohibir el uso de estos vehículos por las zonas reservadas a los peatones, aunque se mantiene a la espera de ver qué excepciones aplica el Ayuntamiento. En cualquier caso, incide en que “son más ocio que medios de transporte”, y reduciría sus zonas de uso a “urbanizaciones privadas y parques”.

Más ocio que transporte

Según un comunicado de prensa de la compañía Segway, sus ventas se han incrementado un 25% en los dos últimos años gracias a su utilización en el campo de la seguridad, tanto pública como privada, junto con el alquiler de vehículos en zonas turísticas.


Sin embargo, es el uso infantil y de recreo el que está atrayendo a los compradores, lo que se refleja en una amplia oferta de estos vehículos en los catálogos de juguetes de la próxima campaña de Navidad. De ahí que algunos consistorios estudien la aplicación de restricciones en función de la edad del usuario, así como de la potencia, peso y otras características de los aparatos.


Mientras que los vehículos más avanzados alcanzan precios entre los 1.000 y los 3.000 euros, las empresas jugueteras están apostando fuerte por réplicas de menor tamaño, rendimiento y coste, y ofrecen modelos entre 200 y 400 euros, enfocados como regalos para los más jóvenes de la familia.

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