Con 11 años ya son empresarios y solidarios

Para ser empresario no hace falta tener un gran capital inicial, ni una fábrica o una oficina dotada con las últimas tecnologías. Basta con una idea y muchas ganas. Como las que tienen los 'jóvenes empresarios' que han puesto en marcha Con mis manitas. Son diez alumnos de 11 años del colegio público Agustina de Aragón de Zaragoza. Su objetivo es vender manualidades y otros productos para recaudar dinero para tres compañeras del colegio con discapacidad motórica y sensorial.

"Somos Mara, Lucía D., Martina, Helena, Marcos, Nacho, Lucía A., Sandra y Claudia. Nuestro profesor Horacio nos ha ayudado a preparar este proyecto. Se nos ha ocurrido montar una empresa que se llama "Con mis manitas" para ayudar a tres niñas de nuestro colegio: Candela, Blanca y Vera. Tienen diferentes discapacidades que les impiden tener una vida normal. Para ello hemos pensado vender algunos productos como mermelada o manualidades. Les daremos el dinero que recaudemos para que se compren los materiales necesarios en su vida cotidiana. Queremos ayudar a que sean lo más felices e independientes posible", se presentan en su página web.

Estos jóvenes empresarios son alumnos de 6º que participan en el aula de desarrollo de capacidades del colegio. Se reúnen una hora y media a la semana para realizar otro tipo de actividades diferentes. El coordinador del aula y jefe de estudios, Horacio Tabernero, les propuso a principio de curso crear una empresa. Comenzaron a darle vueltas a la idea. Diseñaron el nombre y el logo (con sus manos pintadas y las de Candela, Blanca y Vera). Y esta semana ya han puesto en marcha la página web. Venderán sus productos online y en algún mercadillo, como uno en el colegio el próximo 26 de noviembre.

"En el aula de desarrollo de capacidades trabajamos por proyectos. Les propuse hacer una empresa y ellos han ideado todo, son muy creativos. Han hecho su propia web, han elegido su nombre y su logo, y van a hacer los productos que venderán", explica Horacio. El colegio participa también en el programa Aprender a emprender del Gobierno de Aragón e Ibercaja. Y la empresa será casi real, con CIF, contabilidad y unos estatutos.

De momento han elegido a Mara como tesorera. Ella controla los primeros gastos, como comprar azúcar para hacer mermelada casera o imprimir pegatinas. Todos trabajan en equipo por el bien común. Nacho es el encargado de ir a la copistería a hacer fotocopias. Todos han hecho mermelada casera con fruta que recogieron en el campo y piezas que les regalaron en el Mercado Central. Lucía D. propone escribir y editar cuentos para vender. Van a hacer marcapáginas y manualidades. Otra idea es preparar una obra de teatro y recaudar dinero con la venta de entradas. "Nos lo pasamos muy bien, y es una manera diferente de aprender. Y lo que más ilusión nos hace es poder ayudar a las tres niñas", aseguran estos jóvenes empresarios.

"El objetivo de este proyecto no es que de mayores sean empresarios, sino que aprendan en el proceso. Los valores y habilidades que aprendan serán útiles en la vida para cualquier profesión", reflexiona Horacio.

Algunos ya piensan qué quieren ser de mayores. En la lista sale una pianista, una cirujana, varios científicos y profesores, una periodista y un atleta o futbolista. Antes, tienen que acabar de revisar su página web y pensar a qué precio venderán los botes de mermelada.