Garrapinillos, un barrio invadido por las palomas

“En Garrapinillos tenemos palomas empadronadas durante todo el año. Pero desde hace algo más de un mes, con la llegada de una bandada enorme, son miles las que se concentran en los tejados de la iglesia. Cualquier hueco, por pequeño que sea, es invadido por ellas”, cuenta José Ignacio Lacabe, presidente de la Asociación vecinal Peramán. Ante esa invasión, los vecinos piden una solución que ponga fin a los “serios problemas” de suciedad y molestias que causan las aves, sobre todo, en el entorno de la plaza de España del barrio rural zaragozano.

El colectivo asegura que este céntrico punto no está en las condiciones adecuadas para que los niños jueguen o los vecinos se reúnan. “No nos podemos sentar ni en los bancos porque están llenos de excrementos y, aunque los limpian con frecuencia, en pocas horas vuelven a ese estado de suciedad habitual. Es como una lluvia, pues casi hay que ir corriendo para moverse por la zona”, relata Lacabe. Además de la situación de la plaza y de la techumbre de la parroquia, las canaleras, aseguran, ya han tenido que ser limpiadas en varias ocasiones por haberse cubierto de palomina.

Para la alcaldía de Garrapinillos, tal escenario de suciedad terminará convirtiéndose en un problema sanitario, pues aseguran que esta población animal sigue aumentando exponencialmente y se autorregula en función de la comida de la que dispone. “La zona de la plaza y el entorno de varios edificios determinados donde anidan normalmente están impracticables. En los tejados hacen mucho daño e impiden que la gente pueda pasear por debajo de los árboles, además de llenar el suelo y los bancos de excrementos”, asegura el alcalde Mariano Blasco.

En el barrio rural aseveran que los servicios de limpieza pública no dan abasto para mantener limpio el entorno, cuya actual situación genera, además de “muy mala imagen”, un riesgo sanitario que provoca que los vecinos salgan con mucha precaución a la calle.

La Junta Vecinal solicitó hace dos meses al área de Salud Pública del Ayuntamiento de Zaragoza una intervención en la zona y, en octubre, volvieron a remitir una nueva comunicación con el mismo objetivo. “Hemos pedido que se personen con jaulas para poder reducir en la medida de lo posible la cantidad actual de población y nos contestaron que en el momento en que tuvieran disponibilidad, vendrían a Garrapinillos”, afirma Blasco.

La intención más inmediata de la Junta pasa por volver a recordar al Consistorio esta reivindicación, aunque no descartan estudiar otras fórmulas como recurrir a halconeros para tratar de ahuyentar a las aves.