Las puertas del palacio de los Condes de Aranda de Biota se han abierto para acoger distintas actividades culturales, aunque todavía no hay fecha para el final de los trabajos de rehabilitación del edificio, que aún necesitará más de medio millón de euros antes de que pueda acoger las oficinas municipales, que se trasladarían desde su ubicación actual. La celebración de una boda civil, una exposición de indumentaria tradicional y una jornada sobre los gigantes en la comarca de las Cinco Villas han sido los primeros eventos que ha acogido este inmueble histórico, que fue levantado por los Condes de Aranda en la primera mitad del siglo XVIII.

"Nuestra intención es dar vida a la sala que ya está preparada pero todavía tenemos pendiente una inversión importante: falta reconstruir la escalera central, que fue demolida, y restaurar la fachada principal y las laterales", puso de manifiesto el alcalde de Biota, Ezequiel Marco.

La instalación del sistema de calefacción y la pintura de las salas completarán la adecuación interior del inmueble. Las dependencias municipales de Biota ocupan en este momento un edificio situado en la calle de la Fuente. "Es un edificio antiguo, levantado en los años 40, que no hemos remodelado porque no tendría sentido invertir aquí después de plantear el traslado al Palacio donde toda la distribución está pensada para este uso".

En este sentido, apuntó que no hay fecha para concluir las obras, que comenzaron hace casi 15 años, porque el Consistorio depende "de las ayudas que puedan llegar". Ahora mismo, tal y como subrayó, "hay otras prioridades", que figuraban en su compromiso electoral. "Aunque, si hay financiación, lucharemos para terminar unos trabajos que en tiempo supondrían unos seis meses de trabajo".

El Ayuntamiento adquirió este edificio en 1990 por una cantidad de 16 millones de pesetas: "La verdad es que fue un auténtico regalo. Desde entonces se han invertido cerca de medio millón de euros en la remodelación interior y 200.000 en la adecuación del exterior".

La última intervención, hace un año, fue la colocación de la escalera de acceso al torreón medieval defensivo anexo al propio palacio que fue rehabilitado por los alumnos de la escuela taller. Sus tres plantas podría albergar, en un futuro, un centro de interpretación dedicado al agua.

La localización de los restos de una iglesia románica del primer tercio del XIII, durante los trabajos de demolición de una vivienda contigua al palacio, fue la principal de las sorpresas que han dado estas obras. Los cuerpos laterales de la fachada presentan dos pequeños torreones y el central un frontón. Está construido con sillares de piedra arenisca.