El PP no logra que sea una comisión la que decida sobre la consulta del tranvía

Contín ha acusado al equipo de Gobierno de tener "un buen follón" en el transporte de la ciudad.

El tranvía de Zaragoza, que se inauguró en 2011, se construyó y se gestiona a través de una sociedad con capital público y privado.
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O. D.

El grupo del PP no ha logrado sacar adelante una moción cuyo objetivo era la creación de una comisión especial para planificar el diseño de la movilidad de Zaragoza y concretar cómo, cuándo y bajo qué pregunta debería formularse la consulta sobre el transporte público y la segunda línea del tranvía.


En su defensa de la iniciativa, el concejal popular Sebastián Contín ha acusado al equipo de Gobierno de tener "un buen follón" en el transporte de la ciudad y le ha instado a no tomarles el pelo al considerar que si de algo hay que preguntar a los vecinos es sobre el modelo de transporte que desean.


Contín ha reprochado a ZEC querer dar voz a la ciudadanía únicamente para hablar de trazados "imaginarios" de líneas de tranvía, y no del modelo de transporte, sin tener previamente un nuevo Plan de Movilidad Sostenible, sin haberlo consultado con ningún otro grupo, o sin haber tomado las decisiones necesarias para el presente y el futuro más inmediato que permita resolver los graves problemas de transporte.


La socialista Lola Ranera ha explicado que lo que a su grupo le interesa es hablar de intermodalidad: bicicleta, taxi, peatón, tranvía y una red que garantice la movilidad, y aunque hay datos objetivos sobre el funcionamiento de la primera línea se ha mostrado partidaria de un estudio que analice la viabilidad de la segunda.


También considera que la concejala de Movilidad, Teresa Artigas, "ha pecado de no ser clara" y de no profundizar ni en la intermodalidad, la movilidad o la financiación de la segunda línea del tranvía, por lo que ha reclamado "firmeza y claridad", al tiempo que ha advertido de que lo que tiene que ser ideológico es el modelo de ciudad que se quiere.


Por su parte, Artigas ha rechazado el apoyo a la moción por estimar que no tiene afán constructivo sino "marear la perdiz y alimentar el mantra de que este gobierno no hace nada y que la ciudad está paralizada", que es lo que, a su juicio, pretende precisamente esta iniciativa.


Ha recordado que la constructora tiene obligación de buscar financiación y que la apuesta es pagarlo con dinero público y que será al final del proyecto, dentro de 8 o 9 meses, cuando se contará con la información completa de trazados, financiación y si la ciudad estará en condiciones de hacer frente a la segunda línea.


El concejal de Ciudadanos Alberto Casañal ha reconocido que la construcción de esta línea no es una emergencia social y por tanto el dinero se podría destinar a otras necesidades y ha abogado por dar una prioridad al peatón y por impulsar cualquier iniciativa que sirva para avanzar en el modelo de transporte que se pretende para la ciudad.


En opinión de la concejala de CHA Leticia Crespo lo que perseguía esta iniciativa es pronunciarse sobre "tranvía sí, tranvía no" y por eso no tenía previsto auspiciar un foro en el que el PP "aproveche" para expresar su rechazo a este medio de transporte, aunque ha compartido la opinión de que la consulta se lleve a cabo con garantías y con la necesidad de impulsar un plan de movilidad.

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