63.000 metros cuadrados de saldos y ocio

Lo que este miércoles -y en el próximo pleno municipal- está en juego es el permiso para construir Torre Village, una enorme superficie comercial de 63.000 metros cuadrados con un atractivo claro: sus 22.500 metros cuadrados de zona ‘outlet’.

Si se confirman los planes iniciales, en las antiguas instalaciones de Pikolin en la carretera de Logroño habría unas 90 tiendas de marcas conocidas de entre 75 y 1.000 metros cuadrados, con descuentos de entre el 30% y el 70% con respecto a su precio original.

Según confirman sus promotores, no serían firmas de lujo -como en los centros de Las Rozas Village o La Roca Village-, sino marcas más o menos generalistas a precios populares. O, como ellos lo llaman, «moda democrática». Ya ha habido contactos con posibles operadores, pero el cierre de las operaciones está pendiente de que se desbloqueen los permisos.

Además, al espacio ‘outlet’ se sumarían 35.000 metros cuadrados de medianas superficies (15.000 de ellos ya están ocupados por Bauhaus) y otros 5.500 de restauración y ocio. También se han dibujado 2.500 plazas de aparcamiento. Su intención era abrir en otoño de 2017, pero los plazos se dilatarán tras el parón que ha sufrido el proyecto al pasar por el Ayuntamiento.

Como ya ocurrió en el caso de Puerto Venecia, se trata de un proyecto que trata de atraer clientes no solo de Zaragoza y su entorno, sino también de las provincias cercanas. En algunos casos (Cataluña, Navarra, País Vasco...) cuentan con una normativa comercial más restrictiva, por lo que estos centros son un atractivo para sus vecinos.

Los promotores han cifrado la inversión necesaria en unos 60 millones de euros, y aseguran que se podrán crear 1.800 nuevos puestos de trabajo. Los detractores del proyecto, por su parte, alertan del daño que puede hacer al pequeño comercio, y destacan que su instalación también supondrá una destrucción empleo en las tiendas de los barrios de la ciudad consolidada.