Se buscan voluntarios para proteger y estudiar los ríos de Zaragoza

En el 2012, la Asociación Volunta-Ríos Aragón dejó de contar con grupos de voluntarios en la ciudad, pero este año sus integrantes se han propuesto recuperarlos. En concreto, el colectivo pretende poner en marcha a finales de octubre un proyecto de voluntariado centrado en los ríos de Zaragoza, con especial ahínco en el Ebro, pero sin dejar de lado el Huerva y el Gállego, además de incluir el Canal.

La iniciativa, que surge a raíz de la preocupación, dicen, existente sobre el medio y su estado, así como por la demanda del público que participa habitualmente en sus salidas dedicadas a la educación ambiental, tiene por objetivo “lograr que la población se involucre de manera directa en la conservación de la naturaleza, dando a conocer los espacios fluviales de Zaragoza y obteniendo datos que permitan reclamar a la Administración determinadas actuaciones”.

Como explica Ricardo Pérez, uno de los monitores de Volunta-Ríos, su intención pasa por conformar cuatro grupos reducidos de unas cinco personas –en el mes de septiembre ya se apuntaron 14- que se especializarán en cuatro áreas: la calidad de las aguas, el estudio del estado y la evolución de la vegetación de los bosques de ribera, la clasificación y localización de residuos en las orillas en distintos puntos de la ciudad, y la identificación de especies invasoras como moluscos invasores, almeja asiática y mejillón cebra.

Esos grupos recibirán una formación tanto general como específica sobre cada temática. Aprenderán conocimientos generales del río relativos a la dinámica fluvial, la biodiversidad o la geomorfología, y se especializarán en aspectos como el estudio de sotos y la fauna invasora. “Los voluntarios serán autosuficientes e independientes. Tras las jornadas de formación, les acompañaremos en una primera salida para reconocer los terrenos y, a partir de ahí, ellos trabajarán de forma autónoma para realizar las diferentes tareas”, detalla Pérez, quien apunta que lo habitual será realizar una salida al mes.

Sobre la salud actual de los ríos de la ciudad, desde la asociación valoran que su estado ha mejorado: “Si lo comparamos con el de hace unos años, está claro que hay un mayor control y que, en líneas generales, parecen estar mejor. Sin embargo, nos encontramos con nuevas problemáticas y descubrimos más sobre los efectos de incidencias antiguas como compuestos químicos acumulados a lo largo del tiempo en sedimentos y otras partes del río”. La presencia de “medicamentos, drogas y compuestos procedentes de productos domésticos”, además de los “vertidos ilegales y la suciedad generalizada en sotos por un mal uso lúdico de los espacios”, entre otros, preocupan igualmente a este colectivo.

Así, cuáles son las zonas en las que se acumulan mayor cantidad de residuos es una de las preguntas a las que quieren responder con este proyecto de voluntariado ambiental. “El grupo de residuos tratará de localizar las zonas más conflictivas y estudiar la tipología de estos. Por el momento, nuestra experiencia nos dice que son los sotos situados aguas abajo de Zaragoza los que soportan una mayor acumulación”, concluye Ricardo Pérez.