El botellón echa raíces en el anfiteatro del Náutico

El cambio de ubicación de la carpa del Ternasco hace un año movió a los jóvenes de la margen izquierda a la derecha.

Varios jóvenes beben en la zona inmediatamente contigua al anfiteatro
Varios jóvenes beben en la zona inmediatamente contigua al anfiteatro

23.00 de un viernes o sábado cualesquiera. Una columna de jóvenes desfila por el centro de la capital aragonesa, cargados con bolsas de supermercado o de pequeña tienda de alimentación, con el objetivo de empezar una noche. ¿El destino? El anfiteatro del Náutico, que desde hace un año sirve como lugar de encuentro y de esparcimiento en el que ingerir las primeras copas.


Este punto de la ciudad reúne varias condiciones que han terminado por convertirlo en 'botellódromo' habitual. Se trata de un rincón discreto y céntrico, cercano a los bares y salas del Casco Histórico. Además, pese a su buena ubicación, no tiene viviendas encima, por lo que no altera en exceso el descanso de los vecinos.


El enclave lleva varios meses creciendo en asistentes y la estampa que se apreciaba desde el puente de Piedra en la recta final del verano era la de unas escaleras completamente abarrotadas y un buen número de jóvenes acomodados en la ribera, muy cerca del cauce del Ebro. La postal es muy diferente a primera hora de la mañana: botellas vacías o a medio acabar, vasos, bolsas de hielo y restos de todo tipo campan tanto en la zona cercana al río como a nivel de calle hasta que las brigadas de limpieza los retiran. Es la consecuencia más obvia de que el botellón se trasladase a la zona.


Algo que ocurrió hace un año, según relata el presidente de la asociación de vecinos Tío Jorge, del Arrabal: "Empezaron a acudir ahí, a escasos metros del Pilar, ya que en las pasadas fiestas del Pilar se instaló la 'Carpa del ternasco' en Macanaz, y perdieron intimidad en esa zona de la margen izquierda".


"Los vecinos somos conscientes de este problema y en verano se han registrado varias quejas de residentes en el paseo de la Ribera que no podían dormir con las ventanas abiertas a causa del ruido hasta bien entrada la madrugada", explica Tejedor.


Sin embargo, el portavoz vecinal considera que el principal problema reside en la suciedad y en la imagen que se proyecta en una zona especialmente turística: "Es una estampa de ciudad lamentable de cara a quienes nos visitan y cruzan el puente de Piedra para observar la basílica o para acudir al hotel ubicado en el Balcón de San Lázaro".


Tejedor recuerda, asimismo, que "mucha gente madruga los fines de semana para hacer deporte, ya sea correr o andar en bicicleta, y los desechos acumulados les molestan".612 multas el curso pasado

Pese a los intentos por reducir el fenómeno, las llamadas ciudadanas a la Policía Local por botellón se mantienen estables durante los últimos años (345 el pasado, según la memoria anual). El número final de multas fue superior: 612, lo que arroja una media semanal de once.


Las próximas fiestas del Pilar incrementarán la afluencia al entorno del Náutico, donde previsiblemente también acudirán menores. Cabe recordar que los servicios hospitalarios de Urgencias atendieron durante las fiestas del año pasado 14 casos por consumo abusivo de alcohol entre menores de edad. Ocho de estos sucesos resultaron de especial gravedad, ya que se corresponden con intoxicaciones etílicas agudas. Destaca, por lo especialmente joven del atendido, el ingreso de un niño de 13 años.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión