Juguetes de colección, magia para evocar la infancia

Coleccionistas, jugueteros y aficionados se dan cita este domingo en la feria ‘Juguetear’, en el Centro Cívico La Almozara.

Segunda edición de la feria Juguetear
Segunda edición de la feria Juguetear
Marcos Cebrián

El salón de los Famobil –ahora Playmobil-, el castillo o el barco pirata, los juegos de agua Geyper o los Exin castillos ocupaban los rincones de muchas casas familiares en los 80. Con el fin de la infancia, en la mayoría de los casos, esos juguetes también se dejaban atrás, invitados a correr una nueva suerte en manos de nuevos propietarios o bien, resguardados en armarios y trasteros.


Sergio Navarro, como tantos otros niños, creció, abandonó sus ‘tesoros’ y emprendió su propio camino académico y profesional. Sin embargo, cumplidos los 30 , a él y a su hermano les surgió el interés por rescatarlos y ampliar su colección. Sus viajes, visitas a rastrillos, mercados y ferias especializadas han tenido como resultado la ocupación de media nave industrial con juguetes de todas las épocas ordenados en estanterías.


“Hace dos años nos preguntamos por qué no celebrar una feria en nuestra ciudad que pudiera congregar a los, intuíamos, centenares de coleccionistas anónimos. Y acertamos. Los coleccionistas existen y son más ambiciosos que nosotros”, relata Navarro, organizador de la feria de juguetes antiguos de colección, miniaturismo y tebeos  ‘Juguetear’, que alcanza su tercera edición este domingo en el Centro Cívico La Almozara (de 11.00 a 20.00).


Esta vez, el número de expositores, más de una treintena, casi triplica al de las anteriores ediciones: la primera feria tuvo lugar en noviembre del año pasado con una decena de puestos especializados, y la segunda se celebró en marzo con una cantidad similar. Para el organizador del encuentro, los inicios fueron duros pero ahora la realidad es bien diferente. Miranda de Ebro, Vitoria, Madrid o Barcelona, además de Aragón, son algunos de los lugares desde los que llegan expositores y vendedores, en cuyos puestos se podrán encontrar “desde los clásicos Playmobil, hasta enseñas míticas como Rico, Payá, Nancy, Madelman, Scalextric, Gozan, Airgam Boys…”, además de muñecas de diferentes épocas, coches a escala, juguetes procedentes de papelerías de los años 70 y 80, o miniaturismo.


Para que los aficionados puedan completar sus colecciones, ‘Juguetear’ se celebra dos veces al año. “El objetivo es que Zaragoza disfrute de una feria a la altura de las mejores que tienen lugar en España y, en esta edición, creo que nos hemos acercado mucho al ideal que soñábamos”, cuenta Sergio Navarro. Durante toda la jornada dominical, la organización espera la visita de entre 3.000 y 5.000 personas a las instalaciones situadas en el barrio zaragozano de La Almozara. Por un lado, “los expositores aguardan a coleccionistas interesados en hacerse con piezas codiciadas para ampliar sus ‘museos’; y por otro, “esperamos la visita de niños que puedan descubrir juguetes que hicieron las delicias de sus padres y volver a casa con un recuerdo”, explica el también editor aragonés.


Edad de oro de los Playmobil

Desde hace unos años, los Playmobil están viviendo una nueva época dorada. Concretamente, estos muñecos, “desde 2005 lo inundan todo, pues nos encontramos en una burbuja y una espiral de precios que obliga a renunciar a la compra de determinadas series”, reconoce el responsable de ‘Juguetear’. Sin embargo, Scalextric, Nancy, Madelman o Geyperman también son valores seguros: “Por sus cajas originales y en buen estado pueden pagarse verdaderas fortunas”.


Los juguetes como los pequeños coches o los chupetes de la suerte que se vendían habitualmente en las papelerías hace más de 30 años son, igualmente, una de las apuestas de esta edición. “No son necesariamente caros –indican desde la organización-, y al tocarlos, permiten sentir el tacto de nuestra infancia, recordar cuando pagábamos en pesetas”. Para los coleccionistas de juguetes antiguos, estos objetos son entendidos como un reflejo de lo que ellos fueron: “Evocan los sabores de la infancia, recuerdos que permanecían ocultos, momentos vividos junto a nuestros hermanos, primos, amigos… Los coleccionistas nos resistimos a abandonar al niño que todavía somos y queremos trasladarles a nuestros hijos que la vida es jugar”, argumenta Navarro.


Seis expositores aragoneses

La representación aragonesa en la feria llega de la mano de seis expositores de la comunidad dedicados a diferentes áreas: Javier Bacarizo –centrado en los juegos de estrategia, libros de rol y cartas, entre otros-, Pablo Algárate –vehículos a escala-, Mar Navarro –especialista en maquetas de aviación y ferroviarias-, Manuel Ramas –con figuras de los 80, como superhéroes, fabricadas en plástico y PVC-, Félix del Castillo –apasionado de los Lego que participa con series de difícil consecución-, y María Teresa Beneded –destacada miniaturista a nivel nacional-.


Esta última profesional, que realiza artesanalmente miniaturas de colección que cobran forma de casas de muñecas, diminutas lupas, alimentos, escenarios o libros, ha recuperado varios teatrillos antiguos de cartón y madera, de los que mostrará una representación a pequeña escala en ‘Juguetear’. “Son juguetes muy valorados en siglos anteriores que siguen cautivándonos”, cuenta. Aunque Beneded reconoce que en la ciudad no se conoce tanto este tipo de coleccionismo, ha participado en las tres ediciones de la feria y asegura que quienes pasan por delante de su expositor no se quedan indiferentes ante lo que ven: “Encontrar un quiosco completo en miniatura repleto de revistas, periódicos y chucherías que recuerdan a su infancia, o descubrir en una juguetería diminuta sus cuentos troquelados de Ferrándiz, el Exin castillos o el mítico Cinexin con el que habían jugado despierta la curiosidad de los visitantes”.


Mientras, en Zaragoza, el círculo de coleccionistas es variado y reconocido: “Aquí nos conocemos casi todos. Por ejemplo, hay especialistas en Madelman, en modelismo ferroviario, en muñecas Nancy o Barriguitas, en Playmobil y en Star Wars, que a su vez se especializan en otras facetas como merchandising oficial u objetos relacionados con series estadounidenses…”, relata Sergio Navarro.


Una lucha por que no acaben en la basura

Desde Valladolid, Marcos Calvo, propietario de una tienda ‘online’ de juguetes, también trae parte de sus colecciones de muñecas, cartas, coches y recuerdos de la época hasta la capital aragonesa. “Estos productos no solo están dirigidos a los coleccionistas, sino al público en general ya que, al ser recuerdos, la gente evoca con cariño cuando jugaba con ellos”, cuenta.  Su lucha, como la de tantos otros, es que los juguetes de la infancia no acaben en la basura.


Por ello, algunos expositores, además de vender sus objetos, también aprovechan este tipo de encuentros para hacerse con nuevas adquisiciones. Según Calvo, “hay muchas personas que tienen objetos en el trastero a los que no dan uso. Nosotros los compramos, los recuperamos y los ponemos a disposición de los demás en las ferias”. Para este coleccionista, Zaragoza es un mercado por explorar pero tiene claro que, también aquí, “el fenómeno retro sigue muy de moda”. “Cuando te encuentras con un juguete que perdiste de pequeño, con unos recuerdos del pasado que ahora puedes recuperar, no te lo piensas”, concluye.

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