Los bocinazos van camino de convertirse en la banda sonora habitual del paseo de la Constitución a primera hora de la mañana. Si la semana pasada comenzaron a producirse retenciones en este vial de entrada al centro, ayer los atascos complicaron de manera notable la circulación, provocando que algunos conductores invirtieran media hora para llegar desde Cesáreo Alierta hasta la plaza de Paraíso.

Como todos los años, el inicio del curso escolar –ayer se incorporaron los alumnos de secundaria– ha tenido su efecto en el tráfico de la ciudad, aunque en esta ocasión ha sido especialmente perceptible en el paseo de la Constitución. Además, ayer se unió la celebración de la fiesta del Sacrificio de la comunidad musulmana en las instalaciones de La Granja, que reunió a primera hora de la mañana a miles de personas que salieron al mismo tiempo de este centro deportivo por la avenida de Cesáreo Alierta.

Desde las 8.00 y hasta bien entrada la mañana, las retenciones fueron constantes en sentido entrada a la ciudad. Los problemas comenzaron al final de Cesáreo Alierta, justo a la altura del cruce con el paseo de la Mina. Tras las obras de construcción del carril bici, desde ahí el paseo de la Constitución se reduce a un carril para autobuses y taxis y otro para el resto de vehículos. Esto hace que un importante volumen de coches y motocicletas –tanto los que llegan desde Cesáreo Alierta como los que lo hacen desde el paseo de la Mina– tengan que ordenarse en el carril de la izquierda. En ese punto, en determinados momentos hubo vehículos que tuvieron que esperar hasta tres ciclos semafóricos para poder superar el cruce.

Desde el Ayuntamiento señalaron que la Policía Local estuvo controlando la zona, incluso con refuerzos por ser la vuelta al cole, pero que no vieron necesaria la regulación del tráfico.

Ya por la tarde, varios agentes de la Policía Local estuvieron multando a quienes circulaban por el carril bus. Durante estos días, es habitual ver a vehículos que no son ni autobuses ni taxis haciendo uso de este espacio reservado, para evitar de este modo las retenciones que sufre el carril de la izquierda o para entrar con antelación a los garajes. Los agentes multaron ayer a varios de los que usaron este espacio, de entre las decenas de vehículos que lo atravesaron incorrectamente durante ese rato.

Esta vigilancia policial ha generado cierto desconcierto entre los propietarios de garajes. Supuestamente, para entrar en ellos deben circular por el carril de la izquierda y atravesar el carril bus cuando alcancen el badén de su garaje, lo que puede generar problemas si hay tráfico de buses o taxis. Sin embargo, una señal que avisa del carril bus con la matización de "excepto badenes" parece permitirles circular por el de la derecha. El Gobierno no aclaró ayer este extremo.