La Junta General Extraordinaria de Accionistas de Zaragoza Alta Velocidad 2002 (ZAV) ha acordado este martes adoptar diferentes medidas con el fin de lograr el equilibrio patrimonial de la sociedad.

A principios de agosto se conoció que la sociedad tenía una deuda de 262 millones de euros de la sociedad, pérdidas de 44 millones en el ejercicio pasado y un desequilibrio patrimonial al que solo podía hacerse frente con una ampliación de capital para evitar su disolución.

Y este martes, según han informado fuentes de Adif, ZAZ ha acordado reducir el capital social actual y, simultáneamente, aumentarlo a la cifra de 13 millones de euros, así como que todos los accionistas realicen aportaciones a través de préstamos participativos con la finalidad de amortizar el crédito suscrito con las entidades bancarias.

Se ha aprobado recabar el compromiso de los accionistas de realizar las aportaciones necesarias para cubrir los posibles déficits patrimoniales de la sociedad y la suscripción, por parte de éstos, de un compromiso para regular el régimen de las aportaciones realizadas a la sociedad. Todos los accionistas deberán someter a la aprobación de sus órganos de gobierno estas medidas para poder ser adoptadas en el plazo máximo de un mes y medio, y posteriormente ser aprobadas por la Junta General de Zaragoza Alta Velocidad 2002.

ZAV es una sociedad mercantil creada en 2002 para la ejecución de las actuaciones vinculadas a la llegada de la Línea de Alta Velocidad y la construcción de las nuevas instalaciones ferroviarias.

Está participada por Adif Alta Velocidad, con un 30 % de su capital social; Adif, con el 7,5 %; Renfe Operadora, que detenta el 12,5 % de las acciones; el Ayuntamiento de Zaragoza y la Diputación General de Aragón, a través de la Corporación Empresarial Pública de Aragón, que son propietarios cada uno de ellos del 25% de su capital.