El Ayuntamiento de Zaragoza ha ordenado la inspección del cuartel de General Mayandía para verificar el estado del inmueble. Es la respuesta municipal a la denuncia presentada por el sindicato SUP ante el área de Urbanismo, en la que este colectivo, de representación mayoritaria en la plantilla policial aragonesa, reclama que se declare la responsabilidad del Ministerio de Interior -titular del edificio- ante la deficitaria conservación del cuartel.

En concreto, y según incluía la denuncia entregada el pasado 3 de agosto en el Consistorio, piden que se le imponga la sanción oportuna por su "actitud negligente", y que, llegado el caso, se recurra a la ejecución forzosa para corregir las "graves deficiencias estructurales" en el edificio.

Un extremo que deberá verificar la visita de los inspectores, prevista para los “próximos días”, según han confirmado fuentes municipales a este periódico. No será la primera revisión que pasa el inmueble. Este mismo año ya suspendió una inspección técnica que reveló importantes deficiencias en “la mayoría” de los aspectos analizados por los arquitectos. De hecho, el informe cifraba en unos 1,7 millones de euros el coste de acometer las reformas requeridas.

Un año antes, en verano de 2015, la propia Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior, alertó de la “muy deficiente” conservación de Mayandía. El aviso llegó a través de un voluminoso informe fechado a 7 de julio, que dejaba en evidencia importantes lagunas de seguridad. Por ejemplo, destacaba que el edificio carece de algunos elementos de prevención ante incendios, como detectores de humo, central de alarma, sirenas o planos de evacuación por sus diferentes plantas.

Para el SUP, el cuartel de Mayandía presenta "tal grado de deterioro que atenta contra las condiciones de salubridad, ornato público, decoro, habitabilidad y uso efectivo contra el servicio público que alberga", lo que genera un "peligro inminente" sobre la vía pública, los ciudadanos que acuden a realizar sus gestiones y los propios agentes que desarrollan allí su labor.

Sirva como ejemplo el suceso ocurrido el pasado mes de mayo, cuando los bomberos de Zaragoza y un arquitecto del Servicio de Inspección de Urbanismo del Ayuntamiento precintaron una acera colindante al cuartel ante la caída de cascotes a la vía pública y al patio interior, causando daños en varios vehículos. Interior llevó a cabo unos trabajos de reparación valorados en 10.000 euros que han culminado con la instalación de lonas fijadas a un andamiaje.