Aspersores "desorientados"

Vecinos de varias zonas se quejan por el funcionamiento del sistema de riego.

Una zona verde encharcada por los aspersores en la Almozara.
Una zona verde encharcada por los aspersores en la Almozara.
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Juan Luis Guerra cantaba “ojalá que llueva café en el campo”. Este contrasentido podría versionarse sin problema con la situación de algunos aspersores de riego de parques y jardines en Zaragoza. Resulta habitual pasar cerca de un aspersor que más que mojar las plantas, riega los pies, o incluso otros generan embalses de agua en las zonas verdes de la ciudad impidiendo su paso por ellas.


El Ayuntamiento de Zaragoza tiene instalados aspersores 'inteligentes' que a través de sensores detectan el grado de humedad del ambiente y de la tierra para activarse o no en determinados momentos. Sin embargo, este sistema no resulta tan infalible como se desea. “Cada mañana recorro la Ribera del Ebro y veo cómo riegan zonas asfaltadas en lugar del césped, que sigue quedando seco”, explica Sara, una vecina de la Almozara.



El mal funcionamiento del sistema de riego no es ninguna novedad. Cada año son muchos los ciudadanos que aseguran ver aspersores regando bancos o aceras sin cumplir su cometido original. Desde el Consistorio zaragozano aseguran que la modernización del sistema de regado es progresiva, por lo que todavía existen zonas que mejorar y de regado manual.


El sistema de riego, en su mayor medida, no vierte agua potable, sino de los estanques de aguas pluviales y del nivel freático del Ebro, explican desde el Ayuntamiento. A pesar de esto, el derroche de agua no resulta justificable. “En el puente de Las Fuentes, junto a la parada del bus, es imposible no acabar mojado. Paso a diario y es imposible no chipiarse”, explica Emilio.


En cualquier parte de la ciudad sufren las consecuencias del desajustado funcionamiento de los aspersores. Marta, una vecina del distrito Univerisdad, asegura que son varias zonas las afectadas por estos sistemas de riego: “El parque que hay junto a Aragonia está empinado y acaba toda la calle mojada con grandes charcos. A veces incluso corta el paso. Esto debería perfeccionarse”.


En el Campus de la Universidad de Zaragoza, el Parque del Agua de la Expo o en el mismo Parque Grande José Antonio Labordeta, suceden casos similares. Bancos mojados, barrizales y algún que otro viandante mojado. 


Las quejas han traspasado las fronteras y son varios los ciudadanos que han vertido su malestar en redes sociales como Twitter. “Los aspersores que hay delante de mi casa deben tener un sensor que hace que se conecten cuando llueve”, tuitea @xidolsftpizzax.


"¿Alguien con cabeza puede parar estos aspersores? Acaba de diluviar en Zaragoza", tuiteaba @jane_kodama hace un par de meses. 


El Ayuntamiento de Zaragoza explica que no es tan fácil como parece parar el riego mientras llueve. Según informan, los aspersores inteligentes están monitarizados y resulta imposible desprogramarlos todos a la vez durante las lluvias repentinas. 


Por el momento, habrá que esperar a la mejora del funcionamiento, que desde el Ayuntamiento aseveran que ya está en marcha.

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