Urbanismo impulsa la regeneración de viviendas en el barrio de San Pablo

El Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza impulsa la regeneración del barrio de San Pablo. En esta ocasión lo hará a través de una nueva plaza, viviendas y un pequeño equipamiento municipal, en la zona que comprende las calles Pedro Echeandía y Basilio Boggiero.

El Consejo de gerencia de la semana pasada ya ha aprobado, de forma unánime, una modificación aislada del Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza (PGOUZ), que permitirá la puesta en marcha de este proyecto de recuperación urbana del área Echeandía-Boggiero.

El objetivo planteado desde Urbanismo y Sostenibilidad es la mejora de una zona con cierto grado de abandono del Casco Histórico, con solares vallados y sin uso.

El Ayuntamiento intervendrá para garantizar su esponjamiento y la obtención de un nuevo espacio libre de uso y dominio público, destinado a una nueva plaza, así como construir viviendas atractivas y un pequeño equipamiento municipal, preferentemente ligado a la vida cotidiana del barrio del Casco Histórico.

"Este proyecto se enmarca en la apuesta del Gobierno por los barrios, por hacer pequeñas operaciones que solucionan problemas, que inciden en la rehabilitación de la vivienda y los espacios vacíos", ha subrayado el consejero de Urbanismo y Sostenibilidad, Pablo Muñoz.

Asimismo, ha agregado que el caso del Casco Histórico es "paradigmático", con una apuesta de renovación integral del entorno del Mercado Central, conservando su naturaleza actual, a la que se suma este proyecto de recuperación urbana de Echeandía-Boggiero.

Muñoz ha insistido en que es "necesario" tomar "las riendas" de la planificación urbanística desde lo público. "Hasta ahora, el mercado de la vivienda ha permitido que se vengan abajo casas vacías y ha dejado numerosos solares abandonado en el Casco Histórico. Queremos subsanar esas cicatrices de la mano de los vecinos de los barrios de Zaragoza".

Zona degradada

Según ha informado el Ayuntamiento, la zona está tan degradada que no queda en pie ningún edificio. Además, la propiedad del suelo está muy fragmentada, lo que dificulta mucho una iniciativa de sus titulares y obliga a actuar al Consistorio que, junto con la sociedad municipal Zaragoza Vivienda, posee el 33,22 por ciento del ámbito. Si se añade el 10 por ciento del aprovechamiento que la Ley de Urbanismo obliga a ceder gratuitamente al municipio, éste resultará dueño de un 39,88 por ciento de la superficie edificable.

A pesar de una superficie de sólo 1.645,48 metros cuadrados, la recuperación de esta área es importante para la ciudad por su interés histórico y por permitir sanear un lugar muy deteriorado.