La operación 'Frozen' acaba con 23 detenidos por robos en una empresa de congelados

Hay 23 personas detenidas. Los arrestados robaban productos que luego vendían. Se les imputan delitos de receptación, apropiación indebida, contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal dedicado a la distribución de productos de alimentación sustraídos a una empresa de congelados de Zaragoza. 23 personas han sido detenidas, entre ellas varios trabajadores de la empresa de congelados, quienes se habrían dedicado a desviar de manera ilegal alimentos congelados para venderlos posteriormente entre una red habitual de compradores relacionados con la hostelería y el comercio en nuestra ciudad. Además, otras 17 personas han sido imputadas por delitos de receptación.


Las investigaciones policiales se iniciaron el pasado mes de marzo, cuando una patrulla policial interceptó en la vía pública un vehículo con dos ocupantes que transportaban en su interior una gran cantidad de productos congelados.


Se averiguó que esos productos habían sido recientemente sustraídos de una conocida empresa de congelados de Zaragoza, así como que uno de los ocupantes del vehículo (E.B.) era empleado de dicha empresa, y el otro (D.V.) lo había sido hasta el mes de julio del año pasado.


En los domicilios de estas dos personas, los agentes hallaron grandes cantidades de productos congelados en el interior de sendos arcones frigoríficos.Una compleja organización criminal perfectamente estructurada en diferentes niveles


De las investigaciones posteriores se pudo concluir que D.V. era el cabecilla de la compleja organización criminal, perfectamente estructurada en diferentes niveles, dedicada a sustraer productos congelados y a venderlos posteriormente desde antes ya de que dejara de trabajar en la empresa de congelados.


Su hermano, E.L.V., era uno de los colaboradores más estrechos, encargado de participar en la distribución y almacenaje de los congelados.


Por otro lado, como responsables del suministro figuraban dos empleados de la empresa de congelados (E.B., detenido junto con D.V., y J.M.D.S.D.).


Como sustento de la organización y parte fundamental de este entramado, existiría una red de compradores habituales, muchos de ellos relacionados con el mundo de la hostelería y el comercio de nuestra ciudad quienes, en perfecta simbiosis con D.V., harían posible la obtención de pingues beneficios para ambas partes.


Presumiblemente, ajenos a toda esta actividad delictiva, existen una serie de compradores ocasionales, cuyo montante de compras se resume en pequeñas adquisiciones. En este sentido, 17 personas han sido imputadas por un delito de receptación.


Todos los detenidos, juntos, conformaban una agrupación delincuencial claramente organizada, con unos patrones de actuación y estructuras definidos, donde cada uno, a su manera y en aras de un bien común, coadyuvaba en el mantenimiento de esta organización delincuencial, ya sea sustrayendo el producto, distribuyéndolo a terceros o propiciando su salida al mercado a través de cauces paralelos a los legalmente establecidos, infringiendo con ello las más mínimas garantías sanitarias de conservación y distribución de productos alimenticios.

"Modus operandi"

La sustracción de la mercancía en la empresa de congelados se llevaba a cabo siempre en el turno de noche, franja horaria en la cual existe menos afluencia de trabajadores y de responsables en la empresa.


Sirviéndose de un coche estacionando en las proximidades, y aprovechando las circunstancias que propician la escasez de trabajadores en ese turno, la mercancía era introducida en el vehículo, aunque para ello fuera necesario realizar varios transportes, y alojada en un lugar seguro y alejado de la empresa, desde donde era distribuida entre los distintos compradores, en su mayoría negocios relacionados con la hostelería y el comercio, en dudosas condiciones de conservación.


Con el fin de determinar si las condiciones a las que los alimentos pudieron ser sometidos han podido propiciar la aparición de elementos patógenos responsables de generar un grave riesgo para la salud de los consumidores finales, se ha contado con la colaboración de la Subdirección de Salud del Gobierno de Aragón para la elaboración del correspondiente dictamen oficial, que será trasladado a la autoridad judicial.


Las investigaciones han sido desarrolladas por miembros del Subgrupo de Hurtos de Zaragoza, en colaboración con la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y la Subdirección de Salud del Gobierno de Aragón.

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