Una hora parados en el coche, a 40 grados de temperatura, y sin ninguna sombra a la vista. A estas condiciones deben enfrentarse los cientos de taxistas que cada día guardan fila en las paradas de la Estación Intermodal de Delicias de Zaragoza. Una situación que vienen denunciando cada verano de los últimos años sin resultados, por lo que han decidido tomar la iniciativa.

El colectivo de taxistas de la capital aragonesa ha iniciado una recogida de firmas para solicitar al Ayuntamiento la instalación de algún tipo de cubrimiento que les resguarde de las inclemencias climatológicas en este punto de recogida de clientes. Además, como confirma Mariano Morón, presidente de la Asociación Provincial de Autotaxi de Zaragoza (APATZ), “vamos a pedir una reunión con la concejal de Movilidad para que nos den una solución”.

Mientras tanto, los conductores deben cubrir sus vehículos con lo primero que tienen a mano: sombrillas, toallas, mantas... La imagen que se transmite a los clientes -para muchos turistas, la primera que ven al llegar a la ciudad-, no parece la más adecuada, según denuncian en el sector. Ángel Varela, taxista de Zaragoza, habla de “abandono y dejadez total a este gremio que es un servicio público”.

Este conductor recuerda que los tiempos de espera en las paradas de la Intermodal pueden superar la hora “a pleno sol” por lo que el vehículo “alcanza temperaturas elevadísimas” que no solo sufren los taxistas, también los clientes que “se abrasan” al entrar en su interior.

Mariano Morón reconoce que los días más calurosos del verano se superan los 50 grados dentro del habitáculo. Ahora se trata de encontrar una solución viable, y escollos no les faltan. Adif, propietaria de la estación, comunicó a la asociación de taxistas que debe ser el Ayuntamiento el encargado de instalar el cubrimiento que desean.

Pero deberá hacerse respetando la singularidad de la Intermodal, ya que se trata de un edificio premiado con un importante galardón de arquitectura y, como tal, protegido. En las estaciones de otras ciudades se ha conseguido satisfacer las necesidades de taxistas y clientes con la instalación de grandes pérgolas y toldos.

Pero las dimensiones de la estación de Delicias hacen prever una inversión económica que llega con las arcas municipales en precario. Será parte de la negociación de los taxistas en la reunión con la responsable de Movilidad del Consistorio, Teresa Artigas.

Una década para conseguir marquesinas

No es la única reivindicación vinculada a esta emblemática infraestructura de la ciudad, inaugurada hace 13 años y cuyo coste rondó los 240 millones de euros. Adif ha tenido que hacer frente a baldosas rotas, goteras o calefacción deficiente, entre otros problemas.

Pero una de las más demandadas fue la instalación de marquesinas en las tres paradas de bus urbano que dan servicio en los accesos a la estación (llegadas, salidas y autobuses). La presión de los viajeros y de los partidos políticos en la oposición permitieron que fuera una realidad... aunque tardaran en ello más de una década.

Falta de financiación, reparos de Adif por posibles daños en el parquin y tensiones entre la contrata de bus y el Ayuntamiento retrasaron estas mejoras hasta noviembre de 2014, cuando finalmente se hicieron realidad.