Se van ecuatorianos y senegaleses de Zaragoza, y siguen llegando nicaragüenses

Zaragoza perdió el año pasado cerca de un millar de extranjeros. La crisis ha hecho que por un lado se reduzca la llegada de inmigrantes y, por otro, que aumente el regreso a sus países de origen. En Zaragoza viven 100.066 inmigrantes (un 14% del total de su población) según los últimos datos del padrón municipal de 2016 recientemente publicados en la web del Ayuntamiento.

La capital aragonesa vuelve a superar los 700.000 habitantes (aunque los datos del padrón no coinciden exactamente con los del INE, que suelen ser inferiores por la manera de contar las altas y bajas). Mientras, sigue descendiendo la población extranjera por quinto año consecutivo.

Zaragoza alcanzó su cifra más alta de extranjeros en el año 2011, con 108.234 vecinos procedentes de otros países (un 15,50% del total). Desde entonces, el número de extranjeros empadronados ha ido diminuyendo. En cinco años, la ciudad ha perdido más de 8.000 extranjeros.

¿De dónde proceden los extranjeros que viven en Zaragoza? Un tercio son rumanos: 33.377 personas. Les siguen los que han venido de Marruecos (7.360), China (5.639), Nicaragua (5.123) y Ecuador (5.060).

El padrón refleja tendencias muy diferentes según los países de origen. Los latinos son el colectivo que más ha disminuido en los últimos años, especialmente ecuatorianos (5.212 menos que hace cinco años) y colombianos (2.520 menos en este lustro).

Mientras que el único país cuya presencia está creciendo de manera significativa es Nicaragua. Los nicaragüenses ya son el cuarto colectivo de inmigrantes de la ciudad. En el último año su presencia aumentó en 241 personas y en los últimos cinco, en 1.232. Otros que aumentan ligeramente son chinos y paquistaníes.

La crisis también ha afectado a la llegada y las salidas de ciudadanos del Magreb y de países subsaharianos. El padrón refleja que hay 360 senegaleses y 188 marroquíes menos que el año pasado."La crisis afecta a la convivencia"

"Los inmigrantes vienen para mejorar su situación económica y personal, y en busca de un futuro mejor. Es evidente que con la crisis económica están viniendo menos extranjeros porque ahora hay menos oportunidades. Muchos de los que estaban aquí han decidido volver a sus países de origen y otros se han nacionalizado. Es difícil contar con exactitud el número de personas inmigrantes que viven aquí", matiza Katrina Belsué, portavoz de la ONG Sos Racismo.

Para SOS Racismo, la crisis ha supuesto "un paso atrás en la convivencia y la lucha contra el racismo". "Se ha culpabilizado a la población inmigrante y han aumentado los prejuicios. Como se vio con el decreto que les quitó la tarjeta sanitaria a los extranjeros sin papeles, como si ellos fueran a acabar con nuestro estado de bienestar. Los extranjeros nos cuentan más casos de discriminación laboral y de racismo social en la vida cotidiana", afirma Katrina Belsué.